Manipulación de pólizas
Dos detenidas en Alicante por estafar manipulando pólizas de seguros
La Guardia Civil ha detenido a dos mujeres por haber llevado a cabo varias estafas a través de una aseguradora. En total, podrían haberse llevado cerca de 70.000 euros.
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La Guardia Civil de Alicante ha detenido a una trabajadora y a la gerente de una correduría de seguros por haber estafado manipulando pólizas. Las dos detenidas controlaban exhaustivamente los trámites y gestión de los clientes. En total, habría estafado más de 70.000 euros a diferentes personas.
La forma de actuar es que los clientes entregaban el dinero en efectivo o por transferencias al número de cuenta personal de la propia trabajadora. La detención ha llegado después de una investigación que pretendía esclarecer unas supuestas estafas que se cometieron a través de una correduría de seguros de Benidorm.
Fruto de esta investigación, han sido detenidas la gerente y trabajadora de la aseguradora. Por ahora, se han identificado un total de 36 perjudicadas, entre ellas, una entidad aseguradora. Sin embargo, los agentes no descartan encontrar nuevas víctimas, que todavía no se han identificado.
El Área de Investigación del Puesto de la Guardia Civil de Villajoyosa tras tener conocimiento de los hechos por diversas denuncias interpuestas previamente, puso en marcha la denominada Operación Dengi-1. Fue desde ese momento, cuando comenzaron a realizar gestiones con las empresas aseguradoras, así como con las personas perjudicadas.
Durante la investigación, los agentes revelaron el modus operanti de las dos detenidas. Se trataba en utilizar sus conocimientos sobre el sistema informático y de gestión de la compañía aseguradora. Posteriormente, realizaban suplementos en las pólizas o modificaciones en las mismas.
Los perjudicados en ningún momento tenían conocimiento ni habían prestado su consentimiento para estos suplementos o modificaciones. La trabajadora de la correduría de seguros, se hacía valer de su nacionalidad, rusa, y de su idioma natal, ruso, para ganarse la confianza de futuras víctimas, la gran parte de nacionalidad rusa.
Una vez llegado este punto, las personas perjudicadas tenían que abonar la cuantía económica estipulada en efectivo o a través de transferencias bancarias al número personal de cuenta de la trabajadora. Tras obtener las cantidades económicas procedente de las víctimas, la trabajadora se lo entregaba a la gerente de la correduría de seguros, quien como compensación le entregaba una parte del dinero obtenido.
Las detenidas para evitar ser descubiertas por sus víctimas, vinculaban un correo electrónico particular de la trabajadora a las pólizas de los clientes, con la finalidad de ser avisadas en el caso que los clientes accediesen a consultar sus pólizas de forma online. En caso que algún cliente realizase dicha consulta, inmediatamente la trabajadora contactaba con este para evitar que fuese descubierta la estafa.
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