Leo perdió su casa y adquirió una enfermedad que le obliga a vivir con una máquina que le ayuda a respirar.
Dolores está enferma del corazón y ha tenido que vivir en la calle, sufriendo día a día los malos tratos. "La gente ya te mira de diferente manera. ¿Somos una mancha en la sociedad?", pregunta.
Ambos han recobrado la esperanza gracias a la Fundación Rais y la Fundación María Asunción Almajano Salvo (MAAS), que se han propuesto poyar y ayudar a personas enfermas que no tienen un lugar al que ir al salir del hospital.
"Las personas sin hogar son un colectivo muy invisibilizado y no crea la conciencia social de otros colectivos a los que estamos mucho más familiarizados", aseguran desde las fundaciones.
"La personas están acompañadas 24 horas al día, 365 días al año, por un equipo multidisciplinar y trata de lograr la mejora real de la calidad de vida de las personas".
Estas fundaciones no son las únicas que tratan de apoyar y visibilizar a las personas sin hogar. Hace un año, el famoso actor Richard Gere visitó el Congreso de los Diputados y habló con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se comprometió a incluir la aporofobia en el Código Penal.
