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LAS PROPIAS NIÑAS LLAMARON AL 112
Dos madres dejan a sus hijas encerradas en el coche mientras se van de copas en Vitoria
Las dos mujeres se encuentran imputadas por abandono de menores, y una de ellas llegó a ser detenida por agredir a los agentes. Ambas presentaban síntomas de embriaguez y tuvieron que pedir ayuda a la Policía Local porque no recordaban dónde habían aparcado el coche.
Dos mujeres han sido imputadas en Vitoria acusadas de haber encerrado a sus hijas menores de 6 años dentro del coche para irse de copas. Una de ellas ha sido detenida por agredir a los agentes que las sorprendieron en estado de embriaguez, después de que las niñas llamaran al 112 desde el interior del vehículo.
Los hechos ocurrieron pasadas las once de la noche del sábado en el barrio de Zaramaga, adonde los agentes se desplazaron después de que las tres menores llamaran al 112 con el teléfono móvil que una de las mujeres se había dejado en el coche, han explicado fuentes del Ayuntamiento. Las niñas se decidieron a llamar a emergencias ante la tardanza de sus madres en regresar al vehículo, un lapso de tiempo que las propias menores calcularon en una media hora, según dijeron a los agentes que las atendieron.
Mientras tanto, las mujeres trataban de localizar el turismo, ya que no recordaban dónde lo habían aparcado. Sus crecientes muestras de nerviosismo llamaron la atención de los vecinos de barrio, que intentaron ayudarlas.
Una patrulla de la Policía Local se entrevistó entonces con las madres, que tenían síntomas de embriaguez y declararon a los agentes que habían dejado a las niñas encerradas en un turismo y que no eran capaces de localizarlo. Al inspeccionar la zona, otra unidad de la guardia urbana encontró a las pequeñas en el interior de un vehículo totalmente cerrado aunque en buen estado de salud.
Los policías locales imputaron a las dos madres por sendos delitos de abandono de menores. La mujer de 32 años aceptó su responsabilidad y ofreció a una persona responsable para hacerse cargo de sus dos hijas, ya que ella no se encontraba en condiciones. Sin embargo, la de 38 años, se negó a entregar a la menor e intentó montarse en el coche a pesar de estar ebria.
Los agentes evitaron que cogiera el coche, a lo que ella respondió amenazando y agrediendo a uno de ellos, por lo que fue detenida por un delito de desobediencia grave e insultos a agentes de la autoridad. Fue puesta en libertad durante el domingo por la mañana.
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