Policía Local

Dos policías condenados por hacerse pasar por ladrones y gastar una "broma" a un vigilante de seguridad

Un juzgado de Granollers, Barcelona ha condenado a dos policías que en 2018 se hicieron pasar por ladrones para gastarle una broma a un vigilante de seguridad en la urbanización Can Miret

Coche de la Policía Local de Sant Antoni de Vilamajor

Coche de la Policía Local de Sant Antoni de VilamajorPUSA

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Dos policías locales de Sant Antoni de Vilamajor han sido condenados a un año y tres meses de prisión y el pago de 48.281 euros por amenazar a un vigilante de seguridad privada haciéndose pasar por ladrones. Los policías estando de servicio, se disfrazaron de policías para gastarle una broma y atemorizar y perseguir al vigilante de seguridad de la urbanización Can Miret, en Barcelona.

El vigilante se ha pasado durante más de año y medio en tratamiento psicológico por estrés postraumático grave lo que ha provocado que tenga que dejar su trabajo por una incapacidad permanente absoluta. Un juzgado de Granollers, en Barcelona ha condenado a los dos policías. La sentencia del juicio afirma que los agentes "se pusieron de acuerdo para amedrentar y causar temor" a la víctima. En la urbanización se habían producido varios robos a casas en los últimos meses.

Hoy en día uno de los condenados trabaja como policía local en el pueblo valenciano de Carcaixent, el otro, en cambio, se ha mudado a Sevilla y dejado la profesión.

Cómo y cuándo sucedió

Los hechos tuvieron lugar en la medianoche del 5 de noviembre de 2018. Los policías habían planeado la broma y llamaron a la víctima para preguntarle si estaba trabajando. Le visitaron en coche patrulla y vestidos de uniforme. Llegada la medianoche se quitaron su ropa de policía para vestirse de negro y con pasamontañas. Circularon por la calle sin las luces traseras con un vehículo particular de uno de ellos. En su paso por la urbanización, el vigilante notó un comportamiento sospechoso del turismo y decidió seguirlo para anotar la matrícula. Cuando los policías le vieron, comenzaron a perseguir a la víctima a toda velocidad y bajaron del coche apuntándole con la porra extensible de uno de los agentes como si fuese una pistola. El vigilante corrió a pedir ayuda pensando que los ladrones querían matarlo. Pidió auxilio a un vecino que era Policía local de Moncada i Reixac, municipio cercano. “Cuando abrí la puerta, prácticamente no podía respirar. Solo repetía: “Me quieren matar, me quieren matar”, recordó en el juicio el testigo.

Los acusados han pedido disculpas

Los acusados se han disculpado aunque durante el juicio del mes de mayo han cambiado de versión. Según sus declaraciones en el juicio, intentaban hacer vigilancia conjunta vestidos de paisano. El magistrado Daniel Almería no los creyó asegurando que "no son fiables ni verosímiles". "Resulta incongruente que circularan en su vehículo particular con dos buffs tapándolos íntegramente el jefe”.

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