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EN MADRID

Un grupo de voluntarios prepara comida casera para entregarla a diario a los más necesitados

La delicada situación que padecen miles de personas en nuestro país -algunas de ellas obligadas a vivir en la calle- ha empujado a una gran cantidad de ciudadanos a ponerse manos a la obra con un objetivo: ayudar y combatir la marginalidad.

Entramos en la cocina de Concha. "Hoy he preparado unas judías estofadas con verdura" Los más desfavorecidos son los destinatarios de su guiso. "Mira, sobre todo lo hacemos con ilusión y con cariño" "Hay mucha gente que te dice que es la primera comida del día"

Tras guardar las raciones, Concha, recorre a pie el kilómetro y medio que le separa de la plaza donde cada noche a las ocho y media se procede al reparto.

Pero algunos de sus compañeros viene desde más lejos, Montse, desde un pueblo Segovia, a más de cien kilómetros. "Venimos de todo tipo de filosofías, de filosofías, de edades, de todo" "No hemos faltado un día, bueno, yo falté un día que tenía una operación"

El menú, siempre vegetariano, consta de varios primeros y de varios segundos a elegir. "La sopa es muy bienvenida siempre cuando hace frío y en verano, el gazpachito"

Con catorce años, Alejandro, se estrena hoy como voluntario. "He traido dulces y bollos para ayudar"

Nieve, frío, lluvia como hoy, nada echa para atrás a estos voluntarios que acuden a esta plaza para ayudar a los más necesitados. Desde que este grupo comenzó a funcionar en 2012 han repartido más de 230.000 comidas.

Fernando, es uno de los comensales, afirma que ese grupo le aporta de todo como ropa, abrigo, hablar con alguien. No se trata sólo de comer bien, el afecto, es lo que más se agradece aquí.

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