Volcán La Palma
La dueña de la casa junto a una boca de lava del volcán de La Palma: "No sé en qué condiciones está"
El pasado jueves se abría en el volcán de La Palma una nueva boca de lava. Lo hacía justo al lado de la casa de Amanda.
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El pasado jueves se abrió una nueva boca en el volcán de La Palma y lo hizo justo al lado de la puerta de una de las casas del barrio de Las Manchas. Llevaba desalojada desde que comenzaron las erupciones. En ella, vivían Amanda con su pareja y sus hijos.
Esa casa, al igual que el cementerio, era casi un símbolo de resistencia en estos 2 meses de erupción. Las últimas coladas han tocado de lleno el corazón de todos los palmeros. Esas coladas lograban entrar hace 2 días en el cementerio de Las Manchas que se había mantenido en pie. Amanda relata el dolor y la angustia que ha sentido al ver cómo esa boca de la base se abría la puerta de su casa.
La foto de la casa rodeada y cubierta de cenizas dio la vuelta al mundo. La imagen recibió el premio a mejor fotografía del año y, para Amanda, era una esperanza. "Salió la boca por delante de la casa, pero no sé en qué condiciones está. En los vídeos y se vio humo por encima e incluso de dentro", explica.
Amanda, su pareja, su bebé y un hijo de 3 años llevaban 7 años residiendo donde hoy sólo queda un mar de lava."No nos dejaron nunca ir a sacar nada, esa es la perrera nuestra ahora", añade.
Cementerio enterrado en lava
Enterrados de nuevo, esta vez por la lava, quedan los restos de casi 5.000 difuntos en el cementerio de Nuestra Señora de Los Ángeles. Hasta ahora, se había salvado, pero una nueva colada atravesaba sus más de 1.000 metros cuadrados arrasando el 80%.
La lava en torno al Campo Santo se ha frenado. Aislados o sumergidos en roca quedan cientos de nichos. Con el cementerio, también desaparece el único crematorio de La Palma y el volcán no da señales de frenar su actividad.
Los flujos de lava se mueven a 600 kilómetros por hora el Cumbre Vieja y ha destruido más de 1.100 hectáreas. Los vecinos que no han perdido sus casas se afanan por quitar la ceniza ahora mojada por la lluvia.
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