Incendio Madrid

El dueño del 'Burro Canaglia' de Madrid donde murieron 3 personas en 2023 se niega a declarar

Tres perjudicados han relatado cómo el fuego se propagó muy rápidamente por el techo, que comenzó a desplomarse.

Agentes de la Policía Científica en el restaurante Burro Canaglia de la plaza de Manuel Becerra (Madrid)

Agentes de la Policía Científica en el restaurante Burro Canaglia de la plaza de Manuel Becerra (Madrid)EuropaPress

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El titular del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid había citado este martes al dueño de 'Burro Canaglia' en Madrid, el restaurante en el que murieron 3 personas por un incendio ocurrido la noche del 21 de abril de 2023, han informado fuentes jurídicas. Al parecer, ese día un plato flambeado causó un incendio en el que murieron dos clientas, unas amigas de 41 y 43 años -la primera falleció en el hospital tres semanas después- y un joven de 25 años, camarero del local. Otras 10 personas resultaron heridas de gravedad.

El propietario se ha negado a declarar pero sí que han ofrecido su testimonio varios testigos, que han recordado la rapidez con la que se extendieron las llamas por la decoración de las paredes y el techo y cómo muchos de ellos sufrieron heridas a consecuencia del fuego. El incendiofue muy rápido: “El fuego se extendió rápidamente y las plantas empezaron a caer”, ha narrado ante el juez la noche de terror que vivió uno de ellos. “Estuve oliendo a quemado mentalmente una semana”, ha añadido.

Una franquicia

El local, que había abierto en 2022, pertenecía a una franquicia que obligaba a contar con una decoración determinada que cubría gran parte de las paredes y el techo con temática floral. Todo el techo contaba con ornamentación de plástico que imitaba plantas que colgaban sobre los clientes. El proyecto de construcción y reforma del establecimiento corrió a cargo de Garrigues Retail, aunque esta empresa borró de sus redes este trabajo poco después del incendio mortal.

Varios testigos que se encontraban en el restaurante han relatado que enseguida empezaron a caer trozos de decoración del techo. Este hombre ha relatado que incluso los clientes llegaron a echar el contenido de varias jarras de agua sobre el fuego, pero que fue inútil y las llamas siguieron avanzando. Este testigo también ha explicado que se quemó la mano al tratar de abrir la puerta, porque el pomo era de metal. Muchos han contado que sufrieron secuelas psicológicas en el tiempo posterior al incendio.

La rapidez en la llegada de los bomberos, que cuentan con una estación a escasos metros del local, no fue suficiente para evitar la muerte de las tres víctimas, ya que las llamas y el humo que se generaron en cuestión de segundos fueron de un pánico inmediato. El propietario, en su momento, se mostró desafiante sobre la causa: "No sé por qué os metéis ahí. Se archivará la causa penal. Es un incendio, un accidente y ya está".

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