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LA DEFENSA DEL DUEÑO DE LA FINCA INSISTE
El dueño de la finca de Totalán pide las fotos de la autopsia de Julen para hacer un contrainforme
La defensa de David Serrano, único investigado en la causa, ha pedido esta documentación para que otros forenses puedan estudiar los hechos que rodean la muerte de Julen y hacer un contrainforme si los facultativos consideran que el fallecimiento se hubiera podido producir por otras causas distintas.
La defensa de David Serrano, el dueño de la finca donde murió el niño de dos años Julen al caer en un pozo en Totalán (Málaga), ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga toda la documentación con la que trabajaron los cuatro forenses que realizaron la autopsia al pequeño.
Esta petición la ha realizado la defensa de David Serrano, único investigado en la causa, para que otros forenses puedan estudiar los hechos que rodean la muerte de Julen y hacer un contrainforme si los facultativos consideran que el fallecimiento se hubiera podido producir por otras causas distintas.
Para estudiar el caso, los patólogos necesitan el informe inicial de la autopsia con las fotografías en formato digital, las radiografías que se le hicieron al pequeño Julen y el TAC. El letrado, Antonio Flores, ha explicado que toda esta documentación es necesaria siempre que se pretende hacer un contrainforme por lo que se ha mostrado esperanzado en que le facilite en las próximas semanas toda la documentación.
Los facultativos quieren dicha información para aclarar y valorar el posible mecanismo de producción de las lesiones que presenta Julen y por ello consideran importante tener todas las fotografías y radiografías. El informe definitivo concluyó que el pequeño murió sobre las 13.50 horas del 13 de enero de 2019 y que "la causa fundamental de la muerte fue por precipitación", en la que sufrió "traumatismo craneoencefálico y raquimedular".
Los patólogos también determinaron que el tiempo de supervivencia "fue corto", que falleció "pocos minutos después de la precipitación" y que no se trató de una caída libre, ya que la velocidad de la caída se vio disminuida por la fuerza de rozamiento, ropas y salientes del pozo.
En dicho informe también se descartó que el pequeño pudiera morir por el golpe de una piqueta durante las labores de rescate, como mantuvo la defensa del dueño del terreno, al no observar fracturas en el plano superior de la bóveda craneal" y también porque la piqueta comenzó a funcionar casi cuatro horas después de su muerte.
A raíz de la muerte de Julen, el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga abrió diligencias y ya ha tomado declaración a todos los implicados en el caso, desde los padres a las personas que participaron en las labores de rescate, calificada como una obra de ingeniería civil humanitaria.
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