Coronavirus

El duro cambio de un sanitario tras un año de pandemia: "Creo es evidente el cambio exterior. No os imagináis el interior"

Este enfermero ha compartido dos fotografías en las que se puede ver el cambio que ha sufrido tras un año de pandemia del coronavirus.

Víctor Aparicio, enfermero

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El duro cambio de un sanitario tras un año de pandemia: "Creo es evidente el cambio exterior. No os imagináis el interior"

Este enfermero ha compartido dos fotografías en las que se puede ver el cambio que ha sufrido tras un año de pandemia del coronavirus.

Los sanitarios llevan más de un año al pie del cañón luchando contra la pandemia del coronavirus. Durante todo este tiempo han visto como su carga de trabajo ha aumentado notablemente. A sus espaldas llevan guardias, horas extra e imágenes difíciles de olvidar.

Las secuelas físicas y psicológicas comienzan a notarse en muchos casos. Víctor Aparicio, enfermero de UCI del hospital Gregorio Marañón de Madrid ha publicado una imagen en la que se puede apreciar el desgaste físico que ha sufrido este año.

"Soy enfermera de UCI. Un año separan estas dos imágenes. Creo es evidente el cambio exterior. No os imagináis el interior", explicó en una publicación en su cuenta de Twitter.

En la primera imagen se ve a Aparicio con el pelo, la barba completamente negro y sin arrugas en su rostro. En la actual se puede ver como su pelo y barba son mucho más canososos.

"Un año después de salir hablando en medios denunciando la situación tan precaria de los sanitarixs, estoy canoso e investigado por mi hospital. Que tristeza más enorme, que frustración, que irá... No puedo entenderlo", denuncia en otro post.

Los sanitarios recuerdan cómo fueron los primeros días de la pandemia del coronavirus

Raúl de Pablo es jefe de Medicina Interna en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. Este sanitario recuerda como fueron los inicios. "Fue una primera ola mucho más tsunami, una avalancha de pacientes donde tuvimos que habilitar zonas quirúrgicas".

No solo se dispusieron nuevos espacios sino que tuvo que hacerse en tiempo récord. "Pasamos de 34 camas de cuidados intensivos a 114 en 2 semanas", reconoce David Pestaña, responsable del área de Anestesia del Ramón y Cajal.

¿En qué estado ingresaban los primeros pacientes? Beatriz Martín, subdirectora de Enfermería del hospital madrileño explica que los enfermos "estaban malísimos y salías pensando cómo iba a acabar todo, qué sería de nosotros".