Un "efecto 2000" para 2025: el fallo informático que frenó a los trenes Avril en pleno Año Nuevo

La entrada de 2025 trajo un contratiempo inesperado para Renfe: los trenes de alta velocidad Avril, fabricados por Talgo, quedaron fuera de servicio el 1 de enero debido a un problema informático aparentemente vinculado al cambio de año. La incidencia obligó a suspender 28 trenes y dejó a miles de viajeros reubicados en otros convoyes o transportes alternativos. Aunque la compañía no ha confirmado oficialmente su origen exacto, técnicos de Renfe y de Talgo señalan que "el paso de un año bisiesto a otro que no lo es" pudo desatar un "efecto 2000 con retraso", tal como ironizaban algunos usuarios en redes sociales.

A primera hora del 1 de enero, Renfe descubrió que los sistemas de comunicación y los cargadores de baterías de los Avril no se reconocían entre sí. Inmediatamente se activó un equipo de emergencia, en el que también colaboraron especialistas de Talgo y de la firma vasca Ingeteam (proveedora de los cargadores). Tras casi 24 horas de trabajo, lograron restablecer la operativa en la madrugada del 2 de enero, con lo que al día siguiente todos los trenes pudieron circular sin dificultades. Sin embargo, en ese período, la compañía tuvo que ofrecer a los pasajeros cambios de billete, anularlos de forma gratuita o proporcionarles viajes alternativos, ya fuera por carretera o en otros trenes de la flota.

Hipótesis de la fecha discordante

La delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, llegó a referirse a la avería como "una especie de efecto 2025", en alusión a los temores que surgieron en 1999 por el famoso "efecto 2000", cuando se temió que los sistemas informáticos colapsaran al cambiar de milenio. Varios expertos en electrónica han apuntado a que una posible diferencia en el cálculo de la fecha por parte de dos subsistemas provocó el fallo. "Uno pensaba que seguía en 2024, el otro ya se encontraba en 2025", sugiere Carlos Caro, ingeniero y autor del blog Bits&Science.

Impacto económico y reclamaciones

Según el presidente de Renfe, Raül Blanco, el coste de la incidencia se sitúa en un millón de euros, principalmente por devoluciones de billetes, anulaciones y la puesta en marcha de transportes alternativos. Además, precisó que "se valorará si se imputan o no costes al fabricante (Talgo)", pues la relación contractual entre ambas partes ya enfrentó tensiones anteriormente. En 2023, Renfe reclamó a Talgo unos 116 millones por retrasos en la entrega de estos trenes, y en agosto de 2024 pidió otros 167 millones de indemnización por diversas demoras e incidencias.

Un año "horribilis" que no termina

Durante 2024, el modelo Avril protagonizó varios episodios de retrasos y averías, especialmente en plena temporada veraniega. El fallo de este 1 de enero alarga la serie de contratiempos y golpea de nuevo la reputación del tren llamado a reforzar la alta velocidad en España. Con todo, y pese al millón de euros de impacto, Renfe asegura haber gestionado la movilidad de los viajeros y no descarta más acciones para que Talgo asuma las consecuencias de la avería.

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Noticias de hoy, sábado 4 de enero de 2025