El acusado como presunto autor del asesinato de la joven ingeniera Ana Enjamio ha negado haberla matado y ha afirmado que mantenía con ella una "relación clandestina", puesto que la joven era, al mismo tiempo, pareja de otro chico.
Así lo ha explicado César A.O., para quien la Fiscalía pide 27 años de prisión, y que está siendo juzgado por un tribunal de jurado en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo.
El procesado ha aceptado responder a las preguntas de todas la partes y, a preguntas de la fiscal, ha negado que hubiera matado a Ana, a quien definió como una "cabecita loca", que "no tenía reparos en mentir" y capaz de "disimular" hasta el punto de ocultar su relación con él porque estaba preocupada "por su reputación".
"Me dijeron que apareció Ana muerta y me quedé en shock"
El acusado ha admitido que envió mensajes al novio de Ana para "enemistarlos" pero ha asegurado que ella le "perdonó" y que, de hecho, la noche del crimen, habían pensado "hacer una escapada" para estar juntos después de la cena de empresa, tras haber estado bailando durante esa celebración y haber tenido "un escarceo" en el baño.
El procesado ha alegado que la noche del crimen entabló conversación con la víctima en varias ocasiones, antes y después de la cena de empresa, que bailaron juntos y que incluso tuvieron "un escarceo" en el baño.
Ha añadido que luego estuvieron andando juntos entre 45 y 50 minutos con otros compañeros de trabajo y que ella, en contra de lo que habían acordado inicialmente, desistió de ir juntos a un pub porque temía que su ex la encontrara junto a él, y que le dijo "vete, que aquí no pintas nada".
Luego, ha alegado, se fue a buscar su coche, y en el camino le robaron la chaqueta que llevaba puesta cuando se sentó en un banco a vomitar porque había bebido mucho, admitiendo de paso que mintió a la Policía y le entregó otra prenda diferente. De ahí se fue directamente a casa de sus padres, sin pasar por delante del domicilio de la víctima; comió algo, y al no poder conciliar el sueño se duchó y fue a Vilagarcía a buscar a sus hijos para dar un paseo, según su reconstrucción de los hechos.
Ha explicado también que en la carta de despedida que la Policía halló en su mesilla de noche, en la casa de sus padres, le pedía perdón a Ana Enjamio -"te quería tanto que no lo podía soportar", rezaba literalmente- porque se iba a suicidar, no porque la hubiera matado, y ha añadido que también se despedía de su familia. Igualmente ha comentado que esa noche no tenía datos en el móvil y que se quedó sin batería.