Barcelona ha estrenado este viernes un belén contemporáneo en la plaza Sant Jaume concebido por el arquitecto Jordi Darder y otro más tradicional de la Asociación de Pesebristas de Barcelona en el patio del Museu Frederic Marès, así como un árbol de Navidad.
El pesebre de Sant Jaume se sitúa sobre una plataforma accesible de 12 metros cuadrados que soporta una trama de 25 figuras, que ilustran el nacimiento y otras escenas, elevadas entre tres y siete metros de altura de planchas de metacrilato esmerilado iluminadas: "No se trata de un pesebre contemplado, sino de un pesebre participado".
Asimismo, las figuras estarán iluminadas durante todo el día: de las 6 a las 17 horas, con una intensidad del 50%; de las 17 a medianoche, al 100%; mientras que de medianoche hasta las 6 horas lo estarán al 20%, y Darder ha explicado que cada tarde se realizarán distintos juegos de luces para dar vida al pesebre, que estará instalado hasta el viernes 2 de febrero.
La Asociación de Pesebristas de Barcelona ha presentado un pesebre de estética tradicional en el patio del Museu Frederic Marès, hecho con figuras artesanas y con materiales mayoritariamente naturales, en las que se representan las tres escenas clásicas: el nacimiento, la anunciación de los pastores y la cabalgata de Reyes.
El presidente de la entidad, Josep Maria Porta, ha dicho que la visita al pesebre será una experiencia "inmersiva", porque todo el patio interior del museo se transformará en un bosque de abetos, a cargo de la empresa de exteriorismo Teodora, y ha detallado que también estará abierto al público hasta el 2 de febrero.