Se trata de una iniciativa solidaria que lleva por nombre 'La Luz del Camino' y que ha llegado a Santiago este viernes, víspera del día del Apóstol, con dos intenciones claras: dar vida al Camino de Santiago y homenajear a las víctimas del coronavirus.
La mochila salió de Roncesvalles el pasado 19 de junio, y a lo largo de todas estas semanas ha ido completando, por relevos, las etapas del Camino Francés a Santiago para rendir homenaje a las víctimas del coronavirus.
Este viernes, en vísperas del Día del Apóstol, ha hecho los últimos kilómetros de la Ruta Jacobea hasta llegar a la plaza del Obradoiro. Y una vez allí se ha reunido con otros peregrinos que han realizado el Camino Portugués portando también otra mochila.
Las dos expediciones han sellado la Compostela, el documento que acredita que han cumplido con la peregrinación a Santiago de Compostela. Han querido hacerlo en recuerdo de los fallecidos por coronavirus.
Pese a lo emotivo del camino y del momento de entrada en el Obradoiro, su viaje no ha terminado todavía. Emprenden ahora de nuevo el camino para llegar hasta Corrubedo, en la Ría de Arousa, completando así la Traslattio. Ésta es la ruta original que siguió el cuerpo del Apóstol Santiago, por aquí entró a Galicia para después llegar a la capital donde descansan sus cenizas.
Los promotores de esta iniciativa son Jesús Ciordia y Mariló Pérez, dos peregrinos veteranos con muchos kilómetros a sus espaldas y que decidieron poner en marcha esta emotiva peregrinación.