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Ever Given

El Costa Concordia o el Kursk, los otros grandes rescates de barcos como el 'Ever Given'

El rescate del 'Ever Given' ha mantenido en vilo al mundo por su bloqueo del Canal de Suez. Una labor de descongestión logró reanudar el tráfico, operaciones que recuerdan a las que se llevaron a cabo con el Costa Concordia o el submarino Kursk.

El Ever Given ha acaparado la mirada de muchos esta última semana por bloquear durante 6 días el Canal de Suez. El pasado lunes, se logró recuperar el tráfico marítimo en una exitosa operación de descongestión que ha recordado a otras similares, como la del Costa Concordia o la del submarino Kursk.

El portacontenedores encalló en la entrada del canal el pasado 23 de marzo, que acoge el 13% del comercio mundial. El gran buque, de 400 metros de largo y 220.000 toneladas de peso, obstruyó así el paso de más de 420 embarcaciones, que una a una fueron formando una larga fila.

Una semana después, las exportaciones e importaciones entre el Mediterráneo y el Mar Rojo recuperan poco a poco la normalidad. Las autoridades portuarias confían en que en pocos días se reanude completamente el tráfico, después de que durante la madrugada del lunes se lograra desencallar el Ever Given en una exitosa operación que parecía que iba a llevar más días.

¿Cómo se desencalló el Ever Given?

Los fuertes vientos provocaron que el buque quedara varado en diagonal en el Canal desde el pasado martes. Para 'rescatarlo', se utilizaron varios barcos remolcadores, que lograron modificar su orientación en un 80% hasta alejarlo 102 metros de la orilla.

Se utilizaron más de 10 remolcadoras y varias dragas que, valiéndose de la marea alta, lograron mover parcialmente la popa del carguero.

El Costa Concordia

A esta peculiar anécdota le siguen otras similares. Una de las más conocidas fue la labor llevada a cabo para recuperar el crucero Costa Concordia, un naufragio que provocó la muerte de 32 personas en la isla italiana de Giglio el pasado 13 de enero de 2012.

No fue hasta el 17 de septiembre del año siguiente cuando el barco, de más de 17 pisos y 14.500 toneladas, recuperó su flotación al ser apoyado sobre un fondo artificial construido a 30 metros de profundidad.

El submarino Kursk

Mucho más atrás en el calendario, casi 20 años más, se repetía un escenario similar con el submarino Kursk. Un accidente provocó la muerte de sus 118 tripulantes, que quedaron atrapados a 108 metros de profundidad. Fueron necesarias 26 grúas y otros tantos clavos de acero amarrados en su casco para poder sacarlo a flote.