Jorge Ignacio P.J., detenido por la desaparición de Marta Calvo, declaró que conocía a la joven de antes, que era la segunda vez que se veía con ella. En su declaración, reconoció que conocía a Marta de dos semanas antes de su desaparición y que nunca la podría haber matado porque era muy maja y le caía bien.
Jorge Ignacio P.J. se entregó este miércoles de madrugada en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, localidad cercana a Manuel (Valencia), donde tenía una casa alquilada en la que había quedado a través de internet con la joven, que mandó a su madre su ubicación por WhatsApp.
Desde dos días después, el 9 de noviembre, la chica figura como desaparecida. Las tareas de búsqueda, con participación de hasta 150 efectivos de distintos servicios de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencias, se extendieron también a l'Olleria, donde el sospechoso vivió en otra casa de alquiler.
En una primera declaración, el principal sospechoso de lo que se investiga como una muerte violenta confesó ante los agentes que había "desmembrado" el cuerpo de la joven y lo había arrojado a varios contenedores. Tras ello, el joven, quien en ningún momento ha asumido la autoría de la muerte de la víctima, declaró que fue algo accidental en un episodio de sexo y cocaína.