La Organización Mundial de la Salud no incluye entre las posibles causas de contagio del coronavirus el contagio a través del agua pero se acerca el verano y aumenta la preocupación sobre cómo se comportará el virus en playas y piscinas.
El sector turístico da la temporada prácticamente por perdida pero no tira la toalla. Han mostrado su preocupación a la secretaría de Estado de Turismo y, según ha contado Espejo Público, se ha encargado un informe al Centro Superior de Investigaciones Científicas para dar pasos con seguridad.
¿Cómo afectará el coronavirus a las playas y piscinas?
Los empresarios del sector vienen mostrando su preocupación al gobierno en las reuniones sectoriales también con el Instituto para la Calidad Turística Española. El gobierno encargó un informe sobre cómo debe ser el protocolo para la reapertura de hoteles, apartamentos, balnearios o campings...
Y con la llegada del calor la primera pregunta es cómo estar preparados para la apertura de piscinas y playas cuando se contemplen en la desescalada del coronavirus en España.
El sector trasladó la necesidad de un informe a la Secretaria de Estado de Turismo que ha sido encargado al CSIC. Se trata de conocer el comportamiento del virus en playas y piscinas y cómo prevenir contagios.
La Organización Mundial de la Salud no incluye el agua como vehículo de contagio del Covid-19 pero el sector quiere saber qué medidas de prevención se deben adoptar en lugares normalmente muy concurridos.
Preocupa cómo mantener las medidas de distanciamiento social y ser prudentes a la hora de tocar objetos. Preocupan las zonas comunes como duchas o escalerillas.
Son sólo dos ejemplos de objetos que cualquiera toca en playas o piscinas. El sector turístico quiere despejar todas las dudas para prevenir contagios y tomar medidas de seguridad adecuadas.
Habrá que estudiar la posible instalacion de mamparas o zonas delimitadas y las medidas de desinfección y de higienización también en probadores o zonas de acceso.
El informe ha sido encargado con urgencia al CSIC
Los investigadores trabajan contrarreloj porque el sector planteaba la necesidad de abrir establecimientos en junio.
Muchos empresarios no abrirán en el supuesto de que sea posible hasta tener la seguridad de que las instalaciones tienen todas las garantías según los criterios del informe de CSIC.
Exigen en todo caso un criterio común. El protocolo que les exigió el gobierno debe estar preparado a finales de este mes de mayo.