Rosario Porto ha aparecido ahorcada en la celda en la que cumplía condena por la muerte de su hija, Asunta Basterra. "Yo no maté a mi hija". Entre lágrimas pero con contundencia, así respondió Rosario Porto en el juicio del caso Asunta por el asesinato de la pequeña Asunta.
Rosario Porto negó el crimen y repitió en varias ocasiones que ella quería a su hija. Pero el jurado no tuvo dudas. Fue condenada a 18 años de cárcel junto a su exmarido Alfonso Basterra. La pequeña Asunta, tenía 13 años cuando fue encontrada sin vida en una finca forestal de Teo, en A Coruña.
Hija de una familia acomodada
Hija única de un reputado abogado y una profesora de arte, Rosario Porto creció en el seno de una familia acomodada. Muy conocidos en Santiago, los Porto-Ortega se volcaron en darle a su hija la mejor educación posible. Charo, como era conocida entre sus amigos y vecinos, dejó de ser cónsul honoraria de Francia en la capital de Galicia en el año 2006 y la República Francesa la condecoró por sus servicios.
Se licenció en derecho pero apenas llegó a ejercer, centró su carrera profesional en la representación de intereses comerciales en el exterior, concretamente en Marruecos.
Su boda con Alfonso Basterra
Se casó con el periodista vasco Alfonso Basterra y se asentaron en Santiago. Fueron una de las primeras familias de la ciudad en llevar a cabo un proceso de adopción en China, la pequeña Asunta, cuando todavía era un bebé.
Su experiencia recorrió los medios de comunicación donde se presentaron como una familia modelo en la que la niña se había integrado a la perfección.
La conmoción por la muerte de Asunta
La noticia de la muerte de la pequeña cayó como un jarro de agua fría en la ciudad de Santiago, en la sociedad gallega, y en el conjunto de España.
La niña, que tenía en aquel momento 12 años, apareció muerta en una pista forestal de Teo, a pocos metros del chalet que la familia tenía en esta localidad cercana a Santiago. La investigación policial y el posterior juicio permitieron saber que sus padres fueron los que la asfixiaron hasta la provocarle la muerte después de drogarla con Lorazepam, un medicamento ansiolítico.
Según la investigación, fue la propia Rosario Porto la que se llevó a la niña en coche hasta la casa que aún tiene en Teo, y allí la asfixió. Después, ella misma dejó el cuerpo sin vida en la pista en la que apareció y regresó a Compostela, para llamar a la Policía y denunciar la desaparición de su hija.
Una niña de alta capacidad muy querida
Este pasado mes de septiembre se cumplieron 7 años del crimen que conmocionó Santiago. Asunta Basterra, una niña de altas capacidades, con un prometedor futuro por delante, habría cumplido este año los 20 años de edad.
Rosario Porto fue condenado, junto con el que entonces era su marido, a 18 años de cárcel, que cumplía en estos momentos su pena en la prisión de Brieva, en Ávila.