El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha analizado la crisis soberanista de Cataluña en 'Un café con Susanna', donde ha hablado sobre la vuelta a la legalidad de algunos de los diputados independentistas.
Sobre la exconsellera Dolors Bassa, Álvarez, dice que "va a continuar una vida de trabajo por los demás como ha hecho siempre" y considera que "la política es un paréntesis que ha hecho".
Respecto a la vuelta a la legalidad, Álvarez cree que es el momento de entrar "en una vía nueva en la que nadie tiene porqué renunciar a nada" y en el que habrá un "proceso paulatino de cierta normalidad que es lo que necesita la sociedad catalana".
"Que nadie renuncie a nada, pero que en todo caso se haga dentro de los cauces legales y que se haga sin esta situación de ruptura", pide el secretario general de UGT.
Respecto a las consecuencias económicas y sociales que ha podido acarrear la crisis soberanista en Cataluña, Pepe Álvarez considera que "si no entramos en una nueva dinámica, las consecuencias económicas están por venir" aunque cree que todavía hay tiempo para revertirlas.
Pepe Álvarez explica que UGT no ha llevado a cabo un estudio sobre este problema porque cualquier informe se va a situar con una de las dos partes, pero explica que desde el sindicato han tratado de decir que este es "un proceso que necesita diálogo" y aunque haya gente que crea que "es un problema de vencidos y vencedores", Álvarez cree que Cataluña necesita puntos de acuerdo.
Insiste además en que en este punto, las consecuencias económicas son mínimas y que las consecuencias reales llegarán en un tiempo, porque ahora hay que preguntarse cuántas empresas tienen congeladas sus inversiones de renovación en Cataluña o cuántas van a determinar ubicarse en dicha comunidad autónoma.
Suspendida la reunión entre los sindicatos y la patronal
Respecto a la situación de los trabajadores en el resto del país, Pepe Álvarez ha explicado que los sindicatos tratan de negociar un nuevo acuerdo con la patronal.
De esta manera intentan negociar "un nuevo acuerdo en el que nosotros planteamos un acuerdo amplio, en el que no solo se habla de salarios, sino de igualdad, contratación y finalmente salarios".
Sobre los sueldos, explica que en "los acuerdos anteriores que había el salario estaba marcado hasta un límite determinado y a nosotros el 'hasta' no nos parece aceptable y planteamos que sea un acuerdo 'en torno a' que incluya elemenos como la productividad y de ahí sacaremos una cifra que también dependerá del sector".
Álvarez explica que como durante el periodo de la crisis ha habido una rebaja real de los salarios, es necesario implantar "una medida de choque para que los salarios más bajos puedan subir", y por eso plantea 1.000 euros de salario mínimo por convenio.
Respecto a los niveles de desigualdad, que continúan peor que antes de la crisis, Álvarez explica que "ni aunque consiguiéramos nuestros objetivos conseguiríamos restablecerlos porque las normas impiden que el peso de los sindicatos en las negociaciones de los convenios permitan restablecer ese equilibrio".
