Las cifras de la evolución del coronavirus en el mundo tienen una consecuencia directa en el estado de ánimo de muchas personas y hay casos en los que solo se sienten seguros dentro de casa. Por ello, mientras la gran mayoría respira aliviada por el fin de las restricciones, hay quien se mantiene confinado.
El principal motivo es la ansiedad que les generan los rebrotes en China y en Alemania. Esas personas que estaban dudando entre salir y no salir, han vuelto al estado de alarma interno, y algunas personas hasta hacen terapia online.
La mayoría nos hemos habituado a las noticias que tienen que ver con el virus porque no podemos estar en constante tensión, pero a estas personas más sensibles, se les ha acentuado el síndrome de la cabaña.
Además, reabren muchos centros de trabajo, pero bien por miedo o por conciliar muchos empleados prefieren seguir teletrabajando. ¿Se puede hacer? Legalmente hay que cumplir lo estipulado en el contrato, pero como pocos contemplan esta opción por ahora se aplica el real decreto del estado de alarma que durante el estado y los dos meses siguientes mantiene el teletrabajo como algo preferente.
Ocio en la nueva normalidad
Para los que se resisten a salir a bares y restaurantes hay una aplicación en la que el distintos establecimientos trasladan todo a la casa de la persona: vajilla, decoración y, por su puesto, al equipo de cocina.
La distancia social se puede mantener incluso en la danza, y prueba de ello es la bailarina del ballet nacional de Holanda, que para mantener esa distancia de seguridad baila con un gran tutú de tres metros de diámetro, como se puede ver al final del vídeo.