Sanitarios y los últimos curados en el hospital temporal de Ifema, que ha apagado ya sus luces, han destacado en términos generales la experiencia "dura pero reconfortante" que han vivido allí en las últimas semana, al tiempo que han solicitado a la Comunidad de Madrid que renueve sus contratos temporales. En el acto de apagado han participado decenas de sanitarios y las cuatro últimas pacientes, además de políticos y representantes de la institución ferial de Madrid.
El acto de despedida ha servido para reconocer el gran trabajo realizado, primero levantando un hospital enorme en un tiempo récord. Con 1.350 camas de hospital, de las cuales 16 estaban equipadas como unidades de cuidados intensivos (UCI), ha logrado atender a más de 4.000 pacientes en los pabellones de la Feria de Madrid. Y sobre todo por el trabajo estrictamente sanitario desarrollado allí en los momentos más críticos de la pandemia de Covid-19. Pero durante el acto organizado por la Comunidad de Madrid también ha habido críticas, de los sanitarios por un lado y de políticos por otro. A la posición no le ha gustado lo que han calificado de "espectáculo".
Abrazos y fotos de grupo
Pero lo más sorprendente han sido las escenas de entusiasmo y emoción entre sanitarios y pacientes, que han provocado imágenes poco ejemplares, en las que no se ha respetado la distancia física recomendada. Ha habido abrazos entre pacientes, abrazos entre sanitarios, y muchas personas aplaudiendo a las puertas del hospital, todas ellas muy juntas. Se ha ignorado la distancia de seguridad y no todos llevaban mascarillas. El propio director del hospital, Antonio Zapatero, ha reconocido el error.