Andalucía

Los empleados del Hotel Guadalpín de Marbella confían en frenar el cierre: "Voy a luchar por este trabajo y por mi hija, que tiene 5 años"

"Vamos a seguir abiertos porque los trabajadores vamos a luchar por esto", explican.

Una trabajadora del hotel

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Es ya el segundo día de protestas en el Hotel Guadalpín de Marbella. Todo se desencadena a raíz de que los propietarios de una parte del hotel quieran venderlo y hayan cerrado sus instalaciones. Esto desencadena en que hay una situación en la que 180 trabajadores presentan riesgo de quedarse en la calle. No se cansarán hasta tener soluciones, tanto que este viernes han vuelto a exigir medidas. "Yo voy a luchar por este trabajo y por mi hija que tiene cinco años", cuenta una de las trabajadoras afectadas.

"Vamos a seguir abiertos porque los trabajadores vamos a luchar por esto", o "estamos totalmente desolados porque tenemos una carga familiar. Esto lo sentimos como nuestra casa", señalan otros trabajadores.

Este jueves, a eso de las cinco de la mañana, agentes de Policía Nacional se personaban en el Hotel Guadalpín para acordonar la zona de manera previa al lanzamiento de parte de las instalaciones que estaba previsto para este viernes a las 10 horas. "Los empleados de esas zonas comunes que quieren cerrar no han podido acceder a sus puestos de trabajo. No podíamos imaginarnos esto. Los clientes están asustados porque les están identificando", aseguraba al Diario SUR la presidenta del comité de empresa, Jackeline Largacha.

El hotel se hizo popular gracias a Isabel Pantoja

Fue hace unos años cuando este resort de cinco estrellas localizado a tan solo 15 minutos de Puerto Banús, y en primera línea de playa, se hizo conocido tras salir a la luz que la cantante Isabel Pantoja había adquirido uno de sus lujosos apartamentos. A pesar de ello, su situación ha cambiado drásticamente en los últimos años, hasta tal punto de que sus trabajadores y huéspedes podrían llegar a verse desahuciados a causa del conflicto judicial en el que se encuentra inmerso.

Un empleado del resort reconocía que, hasta la fecha, no había ningún tipo de retraso o impago con respecto a su salario, ya que a pesar de todo "nosotros seguimos trabajando". Además, puntualizaba que "sí que es verdad que tenemos más de 200 clientes, y esta mañana las fuerzas de seguridad del Estado hicieron un cordón policial para evitar que nosotros entrásemos, porque decían que iban a cerrar las cocinas". Con este cierre de cocinas, los clientes no iban a poder disfrutar el desayuno, por lo que con la intención de evitarlo, los agentes permitieron la entrada de parte del personal.

Al parecer, no es la primera vez que se da una situación del estilo, puesto que Antonio recuerda que el año pasado otra comitiva judicial ya clausuró "zonas comunes, ascensores, garajes, puertas de emergencia... una auténtica locura (...) nos taparon las cámaras", contaba.

¿Por qué un desahucio parcial?

Tras este revuelo se encuentra un conflicto entre empresas. Una compañía decidió comprar una parte del hotel, pero no alcanzó un acuerdo con los propietarios que lo administraban con anterioridad acerca de qué partes exactas abarca la superficie adquirida. Esto es lo que ha desembocado en un juicio, cuya sentencia se prevé que se conozca a finales de este año. La sentencia determinará qué superficie del resort corresponde a cada propietario. Aún así, Antonio, portavoz de los trabajadores, advierte que la justicia "se está rigiendo por unos planos que son totalmente falsos".

Lo que temen estos trabajadores es que la instrucción judicial puede dejar daños irreversibles en la reputación del hotel: "Estamos hablando de que un juicio se va a hacer en octubre o a finales de este año, y su señoría se toma el privilegio de cerrar, con unas lindes que quizás no sean las correctas. El problema es que cuando lleguemos a octubre (...) el daño que haga hoy ya es irreparable", comentaba.

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