España vaciada

Un empresario estadounidense compra un poblado abandonado de Zamora para reconvertirlo en un complejo turístico

Tiene previsto invertir entre cuatro y cinco millones de euros y crear 35 puestos de trabajo directos. El proyecto contempla la construcción de villas de lujo, un hotel y un centro de restauración.

Estadounidense compra pueblo en Zamora

Publicidad

Salto de Castro fue un antiguo poblado construido para los trabajadores de la central hidroeléctrica de la zona. A apenas 50 kilómetros de la capital zamorana, está ubicado en el corazón del Parque Natural de Arribes del Duero. Llegó a albergar 44 viviendas, escuela, iglesia, hospedería, piscina, frontón y hasta un cuartel de la guardia civil. A finales de los años 90 quedó deshabitado.

El abandono, el paso del tiempo y el vandalismo han hecho mella en sus instalaciones. Pero el lugar mágico que lo envuelve le otorga un halo idílico que cautiva. Y, eso es lo que debió hechizar a su nuevo propietario, un empresario estadounidense que quedó prendado de esta aldea. Tanto, que se ha convertido en el nuevo propietario. Se llama Jason Lee Beckwith y es el dueño y director ejecutivo de Rockin Hospitality, una empresa con sede en California, Estados Unidos.

Prendado del lugar

"Vio el anuncio de `se vende´ y no lo dudo. Ha pagado ya la mitad, 150.000 euros. Presentó el plan de negocio para convertirlo en un complejo turístico", explica el alcalde de Fonfría Sergio López, municipio zamorano al que pertenece. Un complejo que incluiría villas de lujo, un hotel para estancias cortas y un centro de restauración con bares y restaurantes.

Una importante inyección económica

Para ello, según el alcalde, tiene previsto invertir entre cuatro y cinco millones de euros y crear 35 puestos de trabajo. "Va a ser un inyección económica para la zona muy importante", señala López.

Hace más de tres décadas que la vida se apagó en Salto de Castro. Enrique lo sabe muy bien porque él vivió allí durante seis años. Se emociona al recorrer lo que queda de la vivienda que ocupó. "Éramos unos privilegiados por vivir aquí,. Teníamos más servicios que en propio pueblo. Había hasta cuartel de la Guardia Civil", apunta. Para vecinos como él, devolver la vida a esas casas abandonadas, reconstruir la Iglesia, reparar los muros de Salto de Castro sería muy ilusionante. Aunque, es cauto porque ya ha habido otros intentos de llenarlo de vida y han sido fallidos.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com

Publicidad