Cerca de 200 personas al año en España pierden el contacto con sus hijos porque sus exparejas se los llevan ilegalmente

La primera vez que Juana Rivas apareció públicamente se producía el 31 de enero del año pasado. Lo hacía tras haber recabado 150.000 firmas para que su expareja no se llevara a sus hijos a Italia. Argumentaba que tanto ella como los pequeños, habían vivido episodios de malos tratos. Pero el verano pasado, Juana Rivas decidió desaparecer con sus hijos durante un mes y el padre de los niños, la denunció por secuestro de menores. La semana pasada se celebró el juicio cuya sentencia hemos conocido hoy.

Pero casos como este se repiten con frecuencia por diversos motivos. El expolicía Manuel Lebrón fue detenido el año pasado por haber secuestrado a sus hijos. Había protagonizado episodios violentos contra su expareja e incluso contra otros agentes de policía.

Davy Thompson también ha denunciado a la madre de su hijo por habérselo llevado sin su consentimiento a Polonia, su país de origen.

En Talavera de la Reina, Susana Guerrero podría ir a prisión por incumplir el régimen de visitas con el padre de su hija, contra el que pesa una sentencia por violencia de género.

En España, cerca de 200 personas cada año pierden el contacto con sus hijos porque sus exparejas se los llevan ilegalmente.