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Funeral Rosario Porto
Entierran a Rosario Porto junto a las cenizas de su hija Asunta, por cuyo crimen fue condenada a 18 años de prisión
Los restos mortales de Rosario Porto han sido depositados junto a las cenizas de su hija Asunta Basterra, por cuya muerte fue condenada a 18 años de prisión. El cuerpo sin vida de Rosario se ha trasladado desde el tanatorio de Ávila, donde ha permanecido más de un mes, hasta Santiago de Compostela para ser enterrada en el panteón familiar.
Rosario Porto ha sido enterrada este lunes en el cementerio de Boisaca de Santiago de Compostela. Para sorpresa de muchos, sus restos descansan junto a las cenizas de su hija adoptiva, Asunta Basterra, por cuyo crimen fue condenada, junto a su exmarido Alfonso Basterra, a 18 años de prisión. A su entierro han asistido pocos familiares, el que fue su abogado José Luis Gutiérrez Aranguren y su amiga María Teresa Sampedro Portas, la principal beneficiaria en el testamento de Rosario Porto.
El cadáver ha sido enterrado en la tumba de los abuelos de Rosario, donde también descansa su madre, Socorro Ortega, y unos tíos. El juez había autorizado a la familia el traslado de sus restos desde el tanatorio de Ávila, donde habían permanecido durante más de un mes, para darle sepultura en el panteón familiar materno. El cortejo fúnebre partió en la mañana del pasado sábado 26 de diciembre desde la funeraria abulense hasta la capital gallega.
Defendió su inocencia hasta el último minuto
El 30 de octubre de 2015 el jurado popular emitió su veredicto culpando al matrimonio de la muerte de la pequeña. El 11 de noviembre de ese mismo año, el tribunal de Santiago de Compostela dictó sentencia y los condenó a 18 años de prisión. Rosario Porto defendió su inocencia desde el momento en el que fue acusada. No fue la única. Tras su muerte el capellán de la prisión de Brieva en Ávila, insistió también en que la madre de Asunta Basterra no tenía ninguna responsabilidad en el asesinato.
Los familiares querían incinerar los restos de Rosario Porto
Fue el pasado 18 de noviembre cuando Rosario Porto se quitó la vida mientras permanecía cumpliendo condena en el centro penitenciario. Tras el suicidio, sus primos más cercanos reclamaron el cuerpo al juzgado. La intención de sus familiares era la de incinerar sus restos, sin embargo, la autoridad judicial decidió paralizar el proceso y ordenó el depósito del cuerpo sin vida de Rosario en Ávila hasta la lectura de las últimas voluntades y los resultados de todas las pruebas toxicológicas que se le realizaron.
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