Agua

Entra en vigor la ley que obliga a la hostelería a dar agua del grifo de manera gratuita

Desde esta misma semana, ya es obligatorio que todo local de la hostelería dé agua gratis a quien la pida, siempre que sea del grifo. El agua embotellada, en cambio, deberá pagarse.

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Lo que venía siendo reclamado como un derecho obligatorio por ley ya es una realidad. Esta semana, ha entrado oficialmente en vigor la norma que obliga a todos los locales de hostelería, bien sean bares, restaurantes, hoteles o cualquier otro, a dar agua gratis a cualquier persona que lo pida, siempre y cuando sea agua procedente del grifo y no esté embotellada.

El agua del grifo es la que más suelen consumir las personas que entran en locales de la hostelería, y que, en su mayor parte, no quieren más que satisfacer la sed que tienen. Pese a que muchos locales ya aplicaban dicha norma, ahora es una obligación por ley. Todo aquel local que no cumpla esta medida, se puede ver expuesto, en el mejor de los casos, a una sanción administrativa.

Sin embargo, todo esto conlleva una excepción, que es el agua embotellada. Aquel agua que sí sea procedente de una botella deberá cobrarse, puesto que el plástico con el cual se embotella procede de empresas que sí cobran por dicho trabajo. La iniciativa fundamental del agua gratis viene a petición de una idea que trata de reducir el uso del plástico en el agua embotellada.

Los hosteleros reciben la norma de forma agradable

La mayor parte de los empleados o líderes del sector hostelero ha aplaudido esta norma, aunque una mayoría asegura que sus locales ya daban el agua gratis siempre que procediera del grifo, y que ello no va a tener una repercusión directa en su economía, muy especialmente en aquellos negocios que ya aplicaban este uso del agua del grifo.

La peor parte, señalan algunos, se tendrá en cuenta si se reduce drásticamente el consumo de agua embotellada, que, en la mayoría de locales, suele costar entre 1 o 1,50 euros. Pese a que el agua embotellada sea de mejor calidad, hay quienes temen que se produzca un descenso considerable que haga tener grandes pérdidas si se vuelve una tradición frecuente.

No obstante, hay optimismo en el sector. El agua del grifo siempre ha sido una de las grandes peticiones de los consumidores, y, habiendo aplicados muchos la tarifa gratuita, saben que esto no cambia casi nada para la mayoría. Solo esperan que el agua embotellada tampoco caiga en el olvido, porque su calidad es un extra para adquirirla.

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