Desde hace una semana, Teresa lucha contra el ébola en la sexta planta del Carlos III. No está sola en esa batalla, ya que un equipo de 11 profesionales le cuidan y le atienden día y noche.
En cada turno hay 4 enfermeras, 4 auxiliares, 1 médico de guardia, 1 de intensivo y un supervisor. Ellos forman el equipo médico, pero además es importante también el trabajo de los empleados de limpieza, teniendo que desinfectar constantemente trajes y utensilios. Junto a todos ellos, un guardia de seguridad.
Una atención cuidada y medida al detalle para minimizar riesgos. Todos visten el traje especial de protección y ninguno debe permanecer más de 45 minutos en la habitación de Teresa como medida de precaución y, además, porque ocasiona "mucho desgaste físico", asegura Fernando de la Calle, miembro de dicho equipo médico.
El propio doctor afirma que ser una paciente en ese estado es "muy duro", no solo por la enfermedad, sino por los uniformes usados por los médicos. "Es muy complicado estar allí sabiendo que estás muy enfermo y solo viendo escafandras, porque con el traje que usamos Teresa solo puede intentar reconocer nuestras voces", asegura.
En cuanto a otro de los puntos clave, los trajes, el equipo médico asegura que no tienen "nigún problema" con ellos porque es un "proceso lento". "No tenemos ningún problema en ponernos y quitarnos el traje pero siempre tenemos que tener un apoyo, sobre todo a la hora de quitarse el traje. Hay que ser cautos y hacerlo todo muy lento", declara María del Mar Lago, doctora que forma parte del equipo.