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Coronavirus
Errores que cometemos al limpiar la casa durante el confinamiento
Durante el confinamiento la labor de limpieza se ha vuelto fundamental para combatir el coronavirus e incluso como método de distracción al pasar tantas horas en casa.
La limpieza se ha vuelto un pilar fundamental del confinamiento. Mantener nuestras viviendas limpias se antoja clave para combatir el coronavirus, aunque no siempre lo hacemos de la forma más conveniente.
Lavarnos las manos para paliar los contagios o desinfectar nuestras casas, ropas e incluso zapatos se antoja clave. Sin embargo, realizar estas prácticas de forma errónea es, si cabe, todavía más importante.
Un error bastante común es emplear la misma bayeta siempre. No una por cada esquina del hogar, pero sí es recomendable variar cuando limpiamos durante el confinamiento puesto que sino lo que haremos es trasladar la suciedad que hemos recogido de un lugar a otro.
La solución a este posible error en la limpieza de nuestro hora durante el confinamiento del coronavirus, según muchos especialistas, pasa por emplear toallitas de papel por cada superficie que se limpie, incluso paños de microfibras lavables tras cada uso. El plumero también es otro de los grandes errores a la hora de limpiar.
Realmente con esta herramienta lo que hacemos es arrastrar y esparcir el polvo por todos lados. En este caso las toallitas también serían la alternativa más acertada para poder sustituir al plumero.
A la aspiradora también habrá que prestarle especial atención si la utilizamos para limpiar la casa durante el confinamiento, puesto que sino cambiamos o limpiamos el filtro con asiduidad disminuirá la capacidad de succión de la máquina. Cambiar o vaciar y limpiar la bolsa es la solución sin lugar a duda.
No debemos meterlo todo al lavavajillas, es decir, determinados utensilios deben ser lavados a mano para evitar contagios de coronavirus. Cubiertos de madera, peladores de patatas u otros instrumentos específicos podrían dejar restos en la vajilla.
Colocar la escobilla del baño sin atención ninguna, es un error, y grande. La humedad y los gérmenes que están en el inodoro se quedarán atrapados en el soporte y se extenderán con mayor facilidad. La solución pasa por esperar a que se seque antes de ponerla de nuevo en su sitio.
Barrer en su debido momento es otra de los errores más comunes en nuestras jornadas de limpieza. Empezar a limpiar las estancias desde arriba, pasando por muebles y ventanas, hará que saquemos mejor rendimiento de nuestro esfuerzo.
Rociar un limpiador directamente sobre una superficie, aunque no lo creas, puede resultar contraproducente. Con esta práctica acumularemos el producto en los muebles dejándolos grasosos y más propensos a adherir suciedad y bacterias, es tan fácil como aplicar el producto a un paño antes de pasarlo.
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