Vuelo de Canarias

Escoltada por la policía una pareja británica que volvía de Canarias por no pagar un snack a bordo del avión

"Pararon la salida de todos los pasajeros solo para que nos escoltaran como si hubiéramos cometido un delito", asegura

Imagen del interior de un avión

Imagen del interior de un aviónPixabay

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Nuevo escándalo protagonizado por una pareja de turistas que volvía de unas vacaciones en Canarias, en un vuelo de Ryanair. Lo curioso es que en esta ocasión no fue por una pelea o una escena provocada por el exceso de alcohol ingerido por los turistas como suele ser habitual, sino que todo fue motivado por un refresco, una botella de agua y una bolsa de patatas.

Los británicos Ann-Marie Murray, de 55 años, y su pareja, cogieron un vuelo de regreso a Bristol al terminar sus vacaciones en Tenerife. En pleno viaje decidieron tomar un piscolabis, y pidieron un refresco, un botellín de agua y una bolsa de patatas 'Pringles'. El precio total del snack ascendía a unas 7 libras, o lo que es lo mismo, unos 8 euros al cambio.

La pareja fue a pagar con su tarjeta bancaria pero según recoge el periódico inglés The Daily Mail, cuando intentaron pagar, la tarjeta falló y la aerolínea no lograba cobrarse la cuenta, por lo que les pidió que pagaran en efectivo pero a la pareja ya no les quedaba 'cash' tras agotar hasta el último euro durante el viaje.

Según explica la mujer, se ofreció a pagar nada más aterrizar en el aeropuerto, ya que allí podría retirar dinero en efectivo en un cajero automático en la misma terminal. Pero Ann-Marie asegura que el personal de vuelo rechazó su propuesta y los acusó sin más de negarse a pagar. Según el periódico británico, la tripulación de Ryanair les retiró las tarjetas de embarque, y les advirtió que la policía los esperaría en tierra, lo que generó que la tensión creciera rápidamente entre los pasajeros. "El bochorno fue indescriptible... Pararon la salida de todos los pasajeros solo para que nos escoltaran como si hubiéramos cometido un delito. Les vacié el bolso para demostrar que no tenía más dinero, pero no quisieron escucharnos", asegura la mujer afectada.

El viaje de vuelta fue una pesadilla

Ann-Marie reside en Bristol, Inglaterra, es trabajadora de una residencia de mayores, y su viaje de vuelta de vacaciones se convirtió en una pesadilla: "Una azafata llegó a ofrecerse a pagar ella misma y que luego le devolviéramos el dinero, pero ya no teníamos euros", explicó agobiada la mujer.

Pero eso no fue todo lo que le ocurrió a esta pareja en su desafortunado viaje de vuelta a casa. Tras pasar por el que calificaron como un momento totalmente humillante, al ser escoltados por la policía, llegaron al aparcamiento del Bristol Airport, donde tenían aparcado su coche.

Su mala experiencia empeoró todavía más cuando descubrieron que su vehículo había sido dañado gravemente mientras estaban de vacaciones. Se encontraron con que el parachoques delantero estaba completamente roto y el vehículo quedó inservible. "Nos subimos y escuchamos un ruido horrible...Al bajarnos, vimos que el frontal del coche estaba destrozado”, contó la mujer en The Daily Mail. Cuando fueron a pedir las grabaciones de seguridad, la respuesta les resultó frustrante ya que se negaron a facilitárselas y no asumieron las responsabilidades. El viaje de vuelta de sus vacaciones terminó con una llamada a la grúa para remolcar el coche y finalmente tuvieron que regresar hasta su casa en taxi.

Desde la compañía aérea Ryanair, un portavoz confirmó que pidieron la intervención policial por el comportamiento de la pasajera que consumió productos sin haber abonado el coste y que ignoró las instrucciones del personal: "Aplicamos una política de cero tolerancia frente a comportamientos inapropiados para proteger a nuestros pasajeros y tripulación".

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