Una operación conjunta entre agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil ha finalizado con la detención de 58 personas y otras 12 investigadas. Tras una extensa investigación, este grupo criminal, que operaba en las provincias de Castellón y Barcelona, ha sido desarticulado.
Este grupo se dedicaba a las estafas mediante engaños a dueños o responsables de comercios y negocios principalmente del sector de la hostelería donde efectuaban llamadas a los establecimientos sobre los contratos con diferentes compañías de energía. Facilitaban datos creíbles y les convencían de que tenían pagos sin ejecutar.
Esta información privada la obtenían los cabecillas de la estafa que habrían trabajado como comerciales o subagentes de empresas comercializadoras de gas o luz o bien tenían conocimientos sobre el sector. Los dueños de los comercios eran amenazados con el corte del suministro en caso de no abonar la deuda y ante el miedo de pérdida de material y de posibles cancelaciones de clientes efectuaban esos pagos mediante transferencia a cuentas facilitadas por los mismos estafadores.
Una serie de denuncias a nivel nacional y del mismo tipo fue lo que hizo descubrir la estafa, sobre todo en las zonas turísticas de Las Palmas de Gran Canarias y Tenerife.
Estafados más de 200.000 euros y un grupo criminal con mucha credibilidad
Aunque no se ha finalizado la investigación y podría haber más víctimas, se ha determinado que podrían haber sido estafadas unas 167 personas, defraudando en total a más de 220.000 euros. Debido a la pandemia de coronavirus, el destino de las llamadas fue modificado por el grupo criminal con motivo de las restricciones y con ello, las aperturas de los comercios. Además, estas llamadas eran realizadas en fin de semana, momento en que los comercios tenían su máxima afluencia y momento en el que tenían menos tiempo para verificar si dicha deuda era verídica.
Gracias a la persuasión para que estas personas efectuasen las supuestas deudas con la empresa, el grupo creó un entramado personal para el fraude. Una vez que tenían convencida a la víctima para no cortarles el suministro, se les hacía llegar un número de cuenta bancaria para realizar la transferencia y realizar de manera rápida ese pago.
Una vez tenían el dinero, lo retiraban en cajeros o lo pasaban a terceras cuentas de personas que formaban parte del grupo criminal conocidas como 'mulas' y así conseguían que ese dinero no pudiera ser reembolsado o retirado. Las deudas de las que hablaban oscilaban entre los 300 y los 10.000 euros, dependiendo del tipo de comercio al que buscaban estafar.
Investigación conjunta de la Guardia Civil-Policía Nacional
La dispersión de las víctimas de las estafas a nivel nacional dificultó la recopilación de datos y denuncias para desarrollar la investigación. Sin embargo, se creó un Equipo Conjunto de Investigación formado por Grupos de Policía Judicial de la Guardia Civil y de la Policía Nacional de Barcelona formados en investigación tecnológica con el objetivo de desmantelar toda esta trama criminal.
Entre cabecillas y colaboradores se ha detenido, como se informaba anteriormente, a 58 personas y otras 12 figuran como investigadas siendo todos ellos residentes de Barcelona y Castellón y detenidos por presunto delito de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal.
Se llevaron a cabo cinco registros y entradas a domicilios de los principales responsables del grupo donde se destapó la estafa ademas la existencia de una plantación de marihuana. Para más información pueden dirigirse a la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil de Barcelona o en el teléfono 934 76 60 91.