Las restricciones de movilidad para contener la propagación del coronavirus han cambiado durante la segunda oleada. Del confinamiento hemos pasado a toques de queda o cierres perimetrales. Como en la primera oleada, hay quien se encarga de avisar a las autoridades cuando se incumplen esas normas.
Son los llamados 'Policías de balcón' y tiene un perfil muy concreto. Se trata de gente de entre 35 y 55 años con un gran sentido de la responsabilidad ante el avance del coronavirus.
Alertan a las autoridades, sobre todo, ante reuniones que exceden el número de personas permitidas, gente que no lleva mascarilla y locales que no respetan las normas.
La Policía responde a estos llamamientos. Tan solo durante el fin de semana pasado en Madrid (13, 14, 15 noviembre) los agentes interpusieron casi 500 multas (497) por botellones y tuvieron que intervenir en 231 fiestas ilegales en domicilios o locales.
En algunas de ellas había un número de personas superior al permitido y no se usaban mascarillas ni otras medidas de seguridad frente a la covid-19, ha detallado Sanz al ser preguntada en la rueda de prensa de presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Ayuntamiento de Madrid para 2021.
