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PUBLICADO POR LA REVISTA 'SCIENCE'
Los estereotipos comienzan demasiado temprano: a los 6 años las niñas se ven como personas menos "brillantes" de lo que lo hacen los niños
Desde esa edad, tanto ellas como ellos entienden que los hombres son más inteligentes y las pequeñas se ven a sí mismas mayoritariamente como personas "que se esfuerzan mucho". El problema de que los estereotipos de géneros comiencen tan pronto es que se integran en la personalidad y condicionan las aspiraciones profesionales de las mujeres, que descartan campos tradicionalmente asociados con la "brillantez".
Los estereotipos de género emergen muy temprano y como consecuencia a la edad de seis años las niñas tienen menos probabilidades de creer que son brillantes que las probabilidades que tienen los niños, según un informe publicado en la revista 'Science' basada en 400 participantes de entre cinco y siete años que tuvieron que hacer un conjunto de tareas.
En uno de los ejercicios, los niños tenían que contar una pequeña historia sobre alguien "muy, muy inteligente" sin que les especificara si esta persona tenía que ser hombre o mujer. Con cinco años, tanto los niños como las niñas tendían a elegir a alguien de su propio género como "muy, muy inteligente". Sin embargo, entre participantes de seis y siete años, las niñas asociaban menos que los niños la brillantez con personas de su propio género.
"Es probable que afecte a las aspiraciones profesionales de las mujeres"
En otra parte del estudio, recogida por AFP, tenían que adivinar qué cuatro estudiantes, dos niños y dos niñas, tenían las mejores notas en el colegio. En este caso, las niñas de todas las edades coincidieron en elegir a niñas como las personas con mejores notas. El informe explica que esto se da porque ellas separan el éxito en el colegio de su percepción de "brillantez".
Finalmente, cuando los niños deben elegir entre dos nuevos juegos, uno para "niños muy, muy inteligentes" y otro para "niños que se esfuerzan mucho", los investigadores descubrieron que las niñas de seis y siete años estaban menos interesadas que los niños en el juego para los inteligentes. Por el contrario, las pequeñas de cinco años escogieron por igual el juego para inteligentes que el de personas que se esfuerzan.
Estos resultados pueden tener implicaciones muy importantes en el camino laboral que las mujeres escogen, tal vez alejado de los campos asociados tradicionalmente con la brillantez, como la física y la filosofía. "Es probable que afecte a las aspiraciones profesionales de las mujeres", señala Lin Bian, una de las autoras de la investigación.
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