Entre los monumentos falleros hay algunos llamados "experimentales". Representan, eso sí, una sátira sobre algún acontecimiento, pero de forma más o menos sutil. La que nos enseña aquí Carlos Villán es una Falla formada con 90.000 azulejos de cerámica que han sido fabricados en un centro de menores.
Hay división de opiniones sobre si este tipo de esculturas deben participar en la mayor fiesta valenciana. Por ahora se les asigna un presupuesto de cerca de 100.000 euros. Quieren aportar modernidad y quizás un poco de transgresión a una fiesta con tanta tradición.