No hay restos de recién nacidos. El pasado martes, una juez de Cádiz ordenó la exhumación de tres tumbas de niños, supuestamente fallecidos hace casi 40 años, ante la sospecha de que fueron robados nada más nacer.
En dos de los casos, no se han encontrado restos humanos y en el tercero, tan solo unos huesos muy pequeños, que están a la espera de los resultados de ADN.
El cementerio de la localidad gaditana de La Línea de la Concepción se cerró al público dos tensas horas, tan sólo accedieron dos personas de cada familia y de los nichos sacaron lo que se temían, nada.
El ataud de Carrie, un bebé supuestamente enterrado en 1988, estaba vacío.
El hijo de Fernando del Valle y Dolores Cuesta tendría ahora 40 años. Cuando abrieron féretro encontraron tan sólo pequeños huesos y ninguno de ellos pertenecía al del cráneo. Era su primer niño y la matrona les dio la noticia de la muerte diciendo que era mala suerte y que coincidía con el paso de las ballenas por el Estrecho.
La tercera caja también estaba vacía. Los encargados de certificar la muerte fueron los empleados de la funeraria.
Esta irregularidad ha animado a la Fiscalía de Cádiz a remover el pasado. Como estos padres, otros 849 han puesto en marcha una investigación y 162 ya están en manos de un juez.
La Fiscalía General del Estado ya ha tipificado estos posibles delitos como detenciones ilegales con el agravante de ser menores.
La próxima exhumación se realizará en la localidad malagueña de Estepona, posiblemente esta misma semana.
