El exmarido de la vicepresidenta de Infancia Libre, detenida por sustracción de menores: "Han sido cinco años de calvario"

Mauro es la expareja de Rocío de la Osa, la vicepresidenta de la asociación Infancia Libre, detenida por presuntos delitos de sustracción de menores y de desobediencia a la autoridad judicial al negarse a cumplir el régimen de visitas establecido para su hija. Estuvo años bajando de Madrid, donde trabajaba, a Granada para ver a la menor, pero su ex mujer nunca acudía a las citas que tenían concertadas cada 15 días.

Cuando la pequeña tenía algo más de dos años, la pareja se separó y poco después empezaron los problemas. Su exmujer llegó a acusarle de abusos sexuales a la menor, una causa que, según él mismo asegura ha sido "completamente archivada, sin ningún tipo pruebas". "Han sido cinco años de calvario, en los que tu vida se paraliza", reconoce.

Tras todo este tiempo, ya ha podido reencontrarse con su hija. "La niña en ningún momento ha reaccionado mal", ha señalado con alegría.

La vicepresidenta de Infancia Libre se acogió el martes a su derecho a no declarar ante el Juzgado de Instrucción 9 de Granada, donde fue citada por presuntamente retener a su hija incumpliendo resoluciones judiciales. El juez acordó en ese momento como medida cautelar que la guarda y custodia de su hija esté provisionalmente a cargo de una tía paterna con niñas de su edad, primas de la menor.

Una decena de padres se han organizado en una plataforma en Granada para emprender acciones conjuntas por la posible conexión de sus casos con los que se investigan vinculados a la asociación Infancia Libre, cuya vicepresidenta compareció este pasado martes en el Juzgado de Instrucción número 9 de esta ciudad por presunta sustracción de menores.

El colectivo está integrado en Granada por ocho padres y dos abuelas cuyos casos se están investigando por separado en diferentes juzgados. El portavoz de la plataforma, Miguel Carrillo, ha explicado que en todos ellos hay "incumplimientos reiterados del régimen de visitas y desobediencia", con informes respecto a los menores "muy parecidos" en los que se repiten incluso el nombre de profesionales, como psicólogos o pediatras.