Estafa

Extorsionaron a más 22.000 personas por "la estafa del sicario" y la de "el hijo en apuros"

La policía ha tenido a 73 personas que formaban parte de una organización criminal que estafaba a clientes de páginas falsas de sexo. Los captaban y robaban su teléfono para enviarles audios y vídeos de extrema violencia para pedirles dinero.

Comisaría de Policía Nacional de Manacor

Comisaría de Policía Nacional de ManacorEUROPAPRESS

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El inspector Romero destaca que "era una organización criminal en la que, sobre todo ejecutaban "la extorsión del sicario". Captaron a al menos 2.000 víctimas que captaban en páginas falsas de sexo. "Muchos accedían al pago por miedo a que lo conociesen sus familias", precisa. Las amenazas eran por mensajes, llamadas y hasta vídeos fictios "extremadamente violentos". La organización también se dedicaban a la "estafa del hijo en apuros" al tráfico de drogas y blanqueo de capitales. "Estaba muy bien estructurada y era muy activa con "modus operandi" muy complejos. Han sido detenidas 73 personas que formaban una amplia red -formada por captadores, extractores, “mulas” y “voces”. Sí había gente especializada en parecer eslava y simulaba muy bien las amenazas

Se estima que han podido obtener más de 2.000.000 de euros, la mayoría en efectivo, pero según los investigadores "pudieron ganar hasta más de dos millones de euros". Sólo hay 85 denuncias pero la policía cree que ha podido haber más dinero y más estafas. "Muchos no denuncian", añade el investigador. Se han realizado 22 registros de forma simultánea en Valencia, Alicante -Benissa- y Barcelona -Tarrasa- en los que se han intervenido alrededor de 250.000 euros, armas de fuego, machetes y se ha logrado el bloqueo de 129 cuentas bancarias, tres viviendas y más de 20 vehículos. El que más destaca es un chalet que tenían como call-center en Benissa.

Modus operandi

La investigación se inició a raíz de la denuncia de un varón que realizó un pago de 6.000 euros en diferentes cuentas bancarias tras haber sido extorsionado por supuestos sicarios. Después de contactar con una chica a través de páginas de citas por Internet, comenzó a recibir amenazas de un hombre que decía ser el encargado de estas mujeres. Le advertía de que el jefe estaba muy enfadado porque había hecho perder el tiempo a las jóvenes y que irían a por él para saldar las cuentas pendientes. Para darle más veracidad a las amenazas le enviaba vídeos y fotografías de agresiones violentas, como por ejemplo amputaciones, para conseguir que realizase los pagos que le exigían.

En la organización criminal existían distintos actores con funciones diferenciadas. Por un lado estaban las mulas -por lo general toxicómanos o gente desfavorecida- que conscientemente y a cambio de unos 50 euros abrían cuentas bancarias online para recibir los ingresos de las víctimas. En otras ocasiones, mediante anuncios de falsas ofertas de trabajo, obtenían los datos personales y el número teléfono de terceras personas que también utilizaban para la activación de más cuentas. Por otro lado estaban los captadores, que se encargaban de buscar a las mulas y que acudían con las "mulas" -bien vestidas y aseadas- para retirar el dinero y entregarlo a los miembros de la cúpula de la organización.

Una abuela y una madre

Para distribuir el dinero tenían empresas como peluquerías o de material agrícola que regentaba la madre del líder de la organización para blanquear los beneficios. La abuela era quien iba discretamente repartiendo el dinero a los cabecillas. Los investigadores también han descubierto que estaban cometiendo la estafa del hijo en apuros de manera masiva. Con este método se hacían pasar por los hijos de las víctimas, a través de mensajería, simulando que escribían desde el teléfono de un amigo para solicitar dinero al haber sufrido una emergencia ante la que estaban incomunicados.

73 personas han sido detenidas -64 en Valencia, siete en Benissa y dos en Tarrasa- como presuntas responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal, extorsión, estafa, blanqueo de capitales, tráfico de drogas y usurpación del estado civil. Siete de ellas han entrado en prisión y se han incautado alrededor de 25.000 euros (60.000 en criptomonedas) armas de fuego y machetes, diversas sustancias estupefacientes, material informático, 90 terminales móviles, seis turismos y documentación relacionada con la actividad delictiva. Además, se ha logrado el bloqueo de tres viviendas valoradas en 270.000 euros, 129 cuentas bancarias y más de 20 vehículos.

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