Publicidad
Sin base científica
Juzgan a tres falsos médicos por presunta estafa en Castellón
Este martes se presentan ante el fiscal de Castellón tres personas por estafar a clientes de una clínica médica de Vinaroz y Ferrol. Estos presuntos médicos diagnosticaban enfermedades graves como el cáncer para cobrar los caros tratamientos que les ponían.
Este martes se sientan frente al tribunal de Castellón tres personas acusadas de haber diagnosticado falsas enfermedades graves para cobrar los caros tratamientos que les ponían. De este modo engañaron a 140 personas.
El fiscal pide para el principal acusado, conocido como el falso médico Coté, 22 años de prisión. Junto a él se han sentado este martes frente al tribunal el otro doctor homeópata y la administrativa de la cínica. La única que sí que era médico, no ha sido vista por el tribunal ya que se ha fugado.
José Manuel López, conocido como falso médico, ha asegurado, que estudió osteopatía en Estados Unidos y afirma que allí es lo mismo que estudiar medicina, también explica que los miembros de la Asociación de víctimas, tanto de su clínica de Ferrol, como la de Vinaroz, solo persiguen su dinero.
Se presentaba como experto en neurólogo pero no tenía título y diagnosticaba terribles enfermedades como cáncer o fibromialgia que no eran reales. Incluso llegaron a realizar biopsias o transfusiones en sillones de la consulta. Todo para aplicar tratamientos de alto coste sin base científica.
"El único afán que han tenido estas personas ha sido un afán económico. En algunos de los casos no existía ni la enfermedad, el diagnóstico se demostraba a través de los informes que era falso", explica el abogado de los denunciantes.
Este martes, en Castellón, ha comenzado el juicio contra el falso médico y otras tres personas que trabajaban en una clínica de Vinarós. La única con titulación médica se ha fugado y no ha comparecido. El fiscal pide para José Manuel López, conocido como falso médico, 22 años de prisión por intrusismo, estafa, delito contra la salud pública y lesiones.
"La justicia llega tarde pero llega y es el principio del fin de este tipo y la salida del túnel para los otros" señala Esther Fontán, presidenta de la Asociación de víctimas. Pero solo para unos pocos denunciantes de Vinarós. La mayoría, 140 personas, sufrieron a Coté en Ferrol, donde había comenzado su falsa carrera y donde más de diez años después siguen esperando juicio.
Publicidad