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DURANTE EL JUICIO
La familia de Marina Okarinska cuenta la difícil situación que tuvo con Sergio Morate
La hermana de la víctima ha relatado que Sergio Morate era muy celoso y que Marina le había contado que tenía que acabar su relación con él porque se había convertido en "una pesadilla".
Los padres y la hermana de Marina Okarinska han coincidido en poner de manifiesto la difícil relación que tenía con Sergio Morate, una vez que habían dejado su relación de pareja tras estar durante cuatro años viendo juntos y en el carácter dominante del procesado.
La hermana de la fallecida, Alina Okarinska, que a diferencia de sus padres no ha necesitado traductor, ha sido la más explícita y ha relatado que Sergio Morate era muy celoso y que Marina le había comentado que tenía que acabar su relación con Morate, porque su relación de pareja se había convertido en "una pesadilla".
Alina Okarinska ha coincidido con su madre, Olha Okarinska, en señalar que su hermana se sentía controlada y vigilada, porque Sergio Morate era muy celoso y en el mes de febrero le dijo "que no podía más, que no eran compatibles", ya que por ejemplo él no quería salir a cenar o al cine y, cuando su hermana salía, la controlaba continuamente. Ha relatado que, cuando su hermana estaba con ella en su casa de Cuenca, "cada dos por tres él la llamaba" y ha apuntado que, por este motivo Marina decidió en marzo de 2015 volver a Ucrania, porque quería romper la relación con Morate.
Después volvió a finales de ese mes a Cuenca, a trabajar en un restaurante por Semana Santa, ya que se había comprometido con su dueña, y se volvió a ir en abril a Ucrania, donde posteriormente se casó en el mes de mayo con un amigo de la infancia.
Los tres testigos han relatado que al volver a España en el mes de marzo, Marina pidió a su padre que fuera a buscarla al aeropuerto desde Cuenca, pero que también se presentó Sergio Morate a pesar de que ella había dicho que no quería que fuera a buscarla, aunque solo hablaron unos minutos porque ella le reiteró que no quería continuar con la relación.
Así lo ha comentado su padre, Yevhem Okarinskyi, que dijo que Sergio se enteró de que iba a ir a buscar a su hija y se ofreció a hacerlo él, aunque le dijo que no tras consultarlo con su hija, a pesar de lo cual Morate fue también al aeropuerto.
Alina y Olha Okarinska han señalado también que, mientras estuvo en Cuenca esos días y a su vuelta a la capital conquense de Ucrania en el mes de julio de 2015, Marina estuvo viviendo en casa de sus padres, ya que, cuando dio por finalizada la relación en marzo de 2015, se había llevado la mayor parte de sus pertenencias. Solo quedaron en la casa que había compartido con Morate pertenencias que no tenían importancia, de forma que le comentó a Sergio que no las necesitaba y que las tirara, aunque el procesado insistía constantemente en que fuera a recogerlas. Según Alina Okarinska, su hermana al final accedió a ir a buscarlas porque lo único que quería es que acabara su relación.
También han coincidido Alina y Olha en recalcar que Sergio Morate había obligado a Marina a dejar algunos de los trabajos que tenía, aduciendo que le restaban tiempo para su relación de pareja, aunque después sí estuvo trabajando en negocios de familiares del procesado.
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