Enrique León fue el Policía que detuvo a Sito Miñanco por primera vez en 1983 y fue por contrabando de tabaco. Simplemente esperó a que saliera de una cafetería y se metiera en su coche: "No opuso la más mínima resistencia". León era la persona que luchaba contra el contrabando sin apenas medios. Se calcula que cada año por el contrabando Hacienda dejaba de ingresar cientos de millones en impuestos y, según León, las descargas de contrabando se hacían a cualquier hora del día o de la noche.
Jaime Gayá, jefe de Aduanas de Galicia, explica que en cada barco había miles de cajas y mover toda esa mercancía suponía una infraestructura muy importante. Las zonas de descarga y los caminos cercanos eran controlados por la organización. De hecho, Sito Vázquez, exalcalde de Vilanova de Arousa señala que cortaban la electricidad durante 15 minutos y eso lo sabían todos.
Años más tarde, las bateas se empleaban para huir de la Guardia Civil en las persecuciones nocturnas, que acabaron siendo muy peligrosas. "Conocían la Ría como la palma de su mano y por eso era muy difícil que los detuviesen". indica el exalcalde, asunto que reconoce un extraficante de los 80.
En esa época había empezado el narcotráfico en Galicia. Con la adquisición de helicópteros y patrulleros, las descargas ilegales se complicaron y las lanchas llegaron a desplazarse hasta Canarias para descargar la droga con planeadoras que llegaban a hacer el trayecto en 10 horas. Una de esas embarcaciones, con siete motores, apareció varada y ahora la utilizan las fuerzas de seguridad del Estado, según explica Javier Zaragoza, fiscal del Tribunal Supremo. Por ello, si había problemas, los narcotraficantes quemaban las planeadoras.
Poco a poco, los narcotraficantes agudizaron el ingenio e idearon todo tipo de dobles fondos para transportar la droga. Enrique León, excomisario de la Policía Nacional, recuerda que si perdían un cargamento de droga, los cárteles que se la habían vendido sabían "a ciencia cierta" que no había habido ningún tipo de traición, pero si se trataba de un caso de esos "venían y se cargaban a la persona que fuera".
Por ejemplo, en Camabados Manuel Baulo había decidido colaborar con la justicia y murió tiroteado. Su mujer quedó en silla de ruedas en lo que se conoció como el primer ajuste de cuentas de estas características en España. Vázquez expone que hubo gente que desapareció y gente a la que mataron, pero hay cosas que "se ignoran". De hecho, Vázquez también temió por su vida y llegaron a amenazarle con una pistola, aunque fue "a la manera gallega".
Juan Antonio Vázquez Taín, que fue juez de Vilagarcía de Arousa, investigando las redes del narcotráfico comprobó que también jueces y fiscales estaban en el punto de mira de los clanes gallegos.
