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MÁS DE 1.000 MUERTOS EN ÁFRICA OCCIDENTAL
Las farmacéuticas buscan contra reloj una cura para el ébola
El ZMapp es el más conocido porque es el que se ha aplicado al Padre Miguel Pajares, pero el mundo entero trabaja para intentar frenar el brote de ébola que azota sobre todo a África Occidental. TKM-Ébola y el VSV-EBOV son otros de los preparados sobre los que se estudia la eficacia.
El virus del Ébola, cuyo último brote ha causado más de un millar de muertos en África Occidental, no tiene tratamiento específico ni vacuna, por eso institutos nacionales de salud pública, universidades y farmacéuticas, sobre todo de EEUU y Canadá, trabajan contra reloj para tratar de dar con la solución.
La eficacia y los efectos secundarios de lo que aún se está diseñando en los laboratorios no se ha testado en humanos, está en fases preliminares, sin embargo la virulencia del ébola ha hecho que la OMS apruebe el uso de tratamientos experimentales en las víctimas del actual brote.
El primero de estos fármacos que se ha administrado a humanos ha sido el denominado ZMapp, de la compañía Mapp Pharmaceuticals (EEUU), que ahora se encuentra ante el reto de comprobar el impacto del medicamento experimental, producir grandes cantidades y encontrar un comprador.
Este suero fue aplicado por primera vez a un médico y misionera estadounidenses que ahora se encuentran en Atlanta (Hospital Universitario Emory) y al religioso español Miguel Pajares, de 75 años, quien falleció el pasado martes.
Además, varias dosis del mismo han llegado a Liberia para tratar a dos doctores infectados. El siguiente medicamento con más posibilidades de ser usado en humanos es TKM-Ébola, de la compañía Tekmira (Canadá), que recibió financiación del Departamento de Defensa de EEUU para su desarrollo.
Con sede en Vancouver, esta farmacéutica dijo esta semana que está en conversaciones con gobiernos y la OMS para el uso de su tratamiento en pacientes, del que ha completado una primera fase de pruebas clínicas "con éxito", según un comunicado de la compañía.
VSV-EBOV es otro de los preparados candidatos a ser administrado a pacientes. Se trata de una vacuna experimental desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá, que nunca ha sido probada en humanos pero ha mostrado resultados "prometedores" en animales, según el Gobierno canadiense, que ha donado a la OMS entre 800 y 1.000 dosis.
Aunque la propiedad intelectual la tiene el Ejecutivo de ese país, éste ha autorizado a BioProtection Systems (unidad de la compañía Newlink) a que siga su desarrollo para probar en humanos.
Asimismo, en la revista Antiviral Research, investigadores alemanes sugieren la eficacia del tratamiento con el antiviral T-705 o favipiravir -diseñado para gripe- en animales con ébola
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