La polémica se desató el mismo 22 de diciembre de 2019, cuando se difundieron en redes sociales unas imágenes en las que se apreciaba cómo el encargado de poner en funcionamiento el bombo introducía una bola a mano. Un particular presentó una denuncia por presunto delito de fraude, a pesar de que Loterías y Apuestas del Estado ya había emitido un comunicado aclarando los hechos.
Se presentaron más de una decena de denuncias por supuesta manipulación de las bolas en el sorteo y se solicitó un informe al fiscal. Fue entonces cuando el ministerio público se mostró de acuerdo y reclamó a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado que informara sobre "el incidente denunciado" y sobre "si existe un protocolo para dichos supuestos y si el mismo fue aplicado", así como que remitiera la grabación íntegra del sorteo.
El organismo aportó lo solicitado por el Juzgado y, tras estudiarlo, la Fiscalía cree que con este informe se ha dado "una cumplida y satisfactoria explicación sobre las circunstancias acaecidas", las cuales "quedan totalmente extramuros del derecho penal".
El Ministerio Público, señala que el hecho de que dos bolas caigan fuera de la tolva es una circunstancia "prevista en las normas jurídicas y técnicas de celebración de los sorteos de Lotería Nacional". Afirma que "Si eso ocurre, estas normas establecen que se proceda a localizarlas e incorporarlas al resto de ellas" y "si ello no fuera posible, se procederá a sustituir todas las bolas por el juego de repuesto".
La Fiscalía considera que no hay delito detrás del 'incidente' ocurrido durante el sorteo extraordinario de Navidad, que no constituye ninguna anomalía, por lo que solicita al juez que archive la causa.