La Fiscalía de Sevilla ha pedido 19 años y 2 meses de cárcel para un hombre al que acusa de violar, maltratar y coaccionar a su mujer, a la que el Ministerio Público considera "muy vulnerable al abuso» porque sufría «una gran dependencia emocional" de su pareja a pesar del "trato vejatorio" que recibía.
La mujer relata que si ella pedía ver a su familia, él le respondía pegándole puñetazos. También la obligaba a dormir en el suelo o la arrastraba sobre heces y orines de perros. En una ocasión, la dejó desnuda en un descampado y luego la agredió sexualmente.
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla tiene previsto juzgar durante tres días a J.C.R.T., para quien el fiscal solicita 10 años de prisión por un delito continuado de agresión sexual, 3 años por malos tratos habituales, 2 años por coacciones, 40 meses por otros cuatro delitos de malos tratos y 10 meses por amenazas.
La acusación pública también reclama que se le impongan varias órdenes de alejamiento y prohibiciones de comunicarse con su exmujer y que la indemnice con 10.000 euros.
El procesado y la denunciante entablaron una relación sentimental en 2011, vivieron juntos a partir de 2014, primero en Dos Hermanas y después en Coria del Río, y se casaron en 2016.
La convivencia "se tornó difícil" desde 2014 porque J.C.R.T. "padecía celos enfermizos y tenía un especial afán por controlar" a la mujer, a la que "trató de aislar social y familiarmente".
En ocasiones, cuando discutían, "introducía la cabeza de su mujer bajo el grifo de la bañera o le ponía la almohada en la cara y se la retiraba cuando le faltaba el aire".
El encausado, además, la "amedrentaba" y le respondía que "mataría uno por uno a sus familiares con una pistola" y que a ella "le cortaría el cuello" si contaba algo.
J.C.R.T. mantuvo relaciones con ella "en contra de su voluntad" varias veces y la víctima "no oponía resistencia" porque estaba "amedrentada por el clima general de violencia a la que se veía sometida".
Entre febrero de 2014 y junio de 2018, el acusado colocó en la parte externa de la puerta del dormitorio principal un cerrojo del que sólo él tenía la llave y retiró los pomos, de modo que cuando se iba de la casa "dejaba encerrada" a su pareja, quien ni siquiera usaba su móvil por "esa situación de dominación".
La víctima rompió la relación con su esposo después de que el 24 de junio de 2018 fuese objeto de dos agresiones físicas y verbales delante de varios amigos.
La mujer, que nunca acudió a un centro médico tras las supuestas agresiones, sufre "secuelas emocionales que dificultan su vida personal", según un informe forense que cita la Fiscalía.
El hombre está en prisión provisional desde el 25 de agosto de 2018.