La Fiscalía solicita medidas cautelares contra las menores que dieron una paliza a otra en Lanzarote

La Fiscalía de Menores ha solicitado este martes medidas cautelares contra las tres menores que presuntamente dieron una paliza a otra niña en Arrecife, por lo que pide internamiento terapéutico semiabierto para una de ellas y recomienda que se mantenga en libertad vigilada a las otras dos.

En un comunicado, la Fiscalía informa de que, tras recibir el lunes el informe del atestado policial, acordó la detención de las tres chicas involucradas en los hechos, que este martes han pasado a disposición de la Sección de Menores, donde se les ha tomado declaración como responsables de delitos contra la integridad moral y contra la integridad física. Asimismo, añade que se han recabado los informes técnicos correspondientes.

El suceso tuvo lugar la semana pasada, cuando la Policía abrió una investigación para averiguar las circunstancias de un vídeo grabado en Arrecife (Lanzarote) y subido a las redes sociales en el que supuestamente dos chicas menores de edad dan una paliza a una tercera, mientras otra lo grababa.

Desde la Fiscalía se ha solicitado al Juzgado de Menores la adopción de medidas cautelares respecto de las tres menores, teniendo en cuenta su grado de intervención en los hechos y los antecedentes con los que se cuenta. Así, para una de ellas se ha solicitado el internamiento terapéutico en régimen semiabierto, mientras que para las otras dos se ha solicitado una medida de libertad vigilada. Desde la Fiscalía se continuará la tramitación del expediente de reforma de menores, con la práctica de las diligencias que se estimen procedentes.

Además, el Ministerio Público ha acordado hacer los requerimientos correspondientes, a través de la Unidad de Policía Autonómica adscrita a la Sección de Menores, para que cese la difusión directa o potencial de las imágenes, en interés de las menores (tanto responsables como víctima). Desde la Fiscalía se considera que, superado el inicial interés informativo, mantener la difusión de esas imágenes puede resultar doblemente perjudicial para la víctima y para otras potenciales víctimas de situaciones similares de acoso o humillación.