Crimen de Lardero
Francisco Javier Almeida, declarado culpable del asesinato y la agresión sexual del pequeño Álex en Lardero
El Jurado ha declarado culpable a Francisco Javier Almeida por el crimen de Lardero. Se le responsabiliza así del asesinato y la agresión sexual de Álex, el menor de 9 años que murió en La Rioja el 28 de octubre de 2021.
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Este jueves se ha conocido la sentencia por el asesinato de Lardero: Francisco Javier Almeida ha sido declarado culpable por los delitos de asesinato y agresión sexual. Se le reconoce así como responsable directo del asesinato de Álex, el menor de nueve años que murió en La Rioja tras haber sido agredido sexualmente.
Los nueve miembros del jurado popular del juicio de Lardero empezaron a deliberar a las 13:45 horas del miércoles. A las horas 19:26 de este jueves han dado su veredicto, con lo que se pone fin a un juicio que había arrancado el pasado 20 de marzo. "Lo declaramos culpable de haber dado muerte intencionadamente al menor Álex, que no tuvo ninguna posibilidad de defenderse para evitar su muerte", ha relatado el portavoz.
Culpable por unanimidad
El jurado ha resuelto por unanimidad que queda probado que Almeida estaba sentado en un parque cercano a su casa el 28 de octubre de 2021, fecha en la que se produjo el suceso. Le vieron sentado en otro banco vigilando. También declara que queda probado que se llevó a Álex, escena que vio una niña.
El veredicto señala que queda probado que Almeida logró engañar al menor de nueve años para convencerle de que entrara en su domicilio, lugar en el que "realizó actos de contenido sexual" en los que empleó la fuerza contra el niño. Todo ello ha podido ser probado por las pruebas documentales.
"Consideramos probado que el menor estaba con vida cuando se cometió la agresión sexual", ha añadido el portavoz del jurado, que ha mencionado los restos de semen que se detectaron en la mejilla izquierda del niño durante la autopsia. Unos restos gracias a los que también se ha podido probar que el acusado le metió el pene en la boca al niño.
El veredicto del jurado también considera probadas las lesiones por posible estrangulación por detrás y que se trató de una muerte extremadamente violenta. De igual manera ve probado que el acusado no tenía intoxicación ni olía a alcohol, al contrario de lo que él mismo afirmaba: "Había bebido".
Como resultado, el juez ha declarado el veredicto de culpabilidad.
Una agresión extremadamente violenta
Las dos forenses encargadas de la autopsia de Álex confirmaron que el niño murió de asfixia después de una agresión en la que se empleó una violencia extrema y una gran brutalidad. A partir de las lesiones presentes en el cuello del niño, ambas forenses determinaron que el fallecimiento se había producido por "compresión". Al respecto, añadieron que la presión realizada sobre el cuello fue muy fuerte, ya que el sangrado era abundante e intenso, mucho más que las lesiones derivadas de un ahorcamiento.
Las doctoras encargadas de la autopsia también incidieron en que hallaron en el cadáver del menor variasmarcas de sujeción sobre una superficie firme, como una pared o el suelo. Asimismo, observaron que su mano estaba enrojecida, fruto de una equimosis de aspecto digitado y que revelaría que su agresor le privó la movilidad.
Dos condenas anteriores
Almeida ya contaba con antecedentes penales, pues fue condenado anteriormente a 30 años de cárcel por asesinar y agredir sexualmente a una agente inmobiliaria en Logroño en 1998 -delitos por los que fue juzgado también con tribunal popular- y a 7 años de prisión por agresión sexual a una menor en 1993. Se encontraba en libertad condicional desde abril de 2020.
La acusación particular estaba ejercida por la propia familia del menor y, junto a la acusación popular -en representación de la Asociación Clara Campoamor- y el Fiscal, pedían para Almeida una pena de prisión permanente revisable por el delito de asesinato, así como una de 15 años de prisión por el de agresión sexual.
Por su parte, la defensa del acusado había solicitado la libre absolución para su representado. Además, había presentado también la opción de que, en caso de ser declarado culpable, que se tuvieran en cuenta a su favor diversos atenuantes, como el de reparación del daño y el de confesión. Durante la última sesión del juicio, Francisco Javier Almeida expresó su arrepentimiento "de verdad" por lo sucedido y quiso pedir perdón a la familia del menor: "Lo siento, no era mi intención matarlo y pido perdón a la familia".
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