Cataluña
Fuga de ácido clorhídrico en una planta potabilizadora de Abrera, Barcelona
Protecció Civil ha activado el Plaseqcat para contener el escape, que no ha producido daños personales ni materiales.
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Este miércoles, la planta potabilizadora de Abrera, Barcelona, ha sufrido una fuga de ácido clorhídrico. Protección Civil de la Generalitat ha activado el Plan especial de emergencia exterior del sector químico (Plaseqcat) para contenerla, y, afortunadamente, no ha provocado daños exteriores ni personales.
Confinan una sala de la planta potabilizadora
Según ha informado Protecció Civil, el aviso del escape se ha producido a las 6:40 horas de esta misma mañana, y se han desplazado hasta el lugar Bombers de la Generalitat para medir las afecciones. También han confinado la sala de la planta potabilizadora de agua donde se ha producido la fuga, y han informado de que ninguna persona ha resultado herida.
La actuación de Bombers de la Generalitat
A través de una publicación en 'X', Bombers de la Generalitat han especificado que han acudido al punto cinco dotaciones, entre ellas, un furgón de riesgo químico. Han estado trabajando junto con los responsables de la planta para contener el derrame, que ha sido de 50 litros. Para ello, han usado materiales absorbentes. Ya están trabajando para retirar el producto y trasladarlo hasta una instalación de tratamiento de residuos.
Después de advertir a la población recomendando no acercarse a la zona como medida de precaución, Protecció Civil ha asegurado que la fuga, de entre 2 y 3 metros cúbicos de ácido clorhídrico, ha sido contenida.
¿Qué es el ácido clorhídrico?
El ácido clorhídrico es un líquido transparente y tóxico. Es un producto químico altamente ácido y corrosivo, que puede destruir los tejidos blandos del cuerpo, provocando fuertes quemaduras al entrar en contacto con la piel.
Entre los síntomas que puede provocar su inhalación están los siguientes: labios y uñas azulados, opresión en el pecho, asfixia, toser sangre, mareos, presión arterial baja, pulso rápido, dificultad para respirar o debilidad. En el caso de que el tóxico toque la piel o los ojos, se pueden presentar ampollas, dolor, quemaduras o pérdida de la visión.
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