Espejo Público ha accedido a las pruebas de los ingresos millonarios de la empresa de Cristóbal López, es decir, las cuentas originales de Funnydent. Se trata de documentos confidenciales que demuestran que la empresa ingresaba más de millón y medio de euros mensuales.
Sin embargo, en enero las entradas de dinero descienden a 113.000 euros porque el presidente de Funnydent decide cerrar las clínicas a la mitad ya que sus empleados no se presentan a trabajar tras tres meses sin cobrar sabiendo que su jefe ganaba millones.
La gran pregunta era dónde estaba el dinero, porque López tampoco pagaba a sus proveedores ni a la seguridad social y tenía las cuentas embargadas mientras se compraba coches de lujo.
Así, López conseguía mantener a los trabajadores enviándoles pantallazos en los que les prometía transferencias inminentes de sus nóminas, pero esos pagos nunca llegaban. Hacía la orden de transferencia y la retrocedía.
Por ello, muchos trabajadores también se sienten estafados. Aún sin cobrar se atrevía a enviarles mensajes en los que les citaba fuera de horario laboral porque se le antojaba hacer una reunión urgente. Si alguno no acudía, se consideraba falta muy grave y procedía a su despido procedente sin paro y sin liquidación.
López también llega a acusar a sus propios trabajadores de robarle fíjense y elabora un cuadro con la valoración de todo lo que dice que le han robado: hasta 18 ordenadores valorados en 19.000 euros, diversos aparatos caros y hasta la puerta de esa oficina en Navalcarnero en la que asegura que le entraron a robar, pero hay testigos que corroboran que le vieron salir a él con todo ese material.
Un total de 121.580 euros que pretende pasar al seguro para cobrar una indemnización, no sin antes advertir a sus trabajadores de que sospecha de ellos y pretende descontarlo de sus nóminas y avisa.