La gata Misi con tan solo un año evitó una catástrofe. Gracias a los maullidos de la gata, la familia -y el animal- consiguió sobrevivir a un incendio que se provocó en el lavavajillas en la cocina. Ángel, uno de los hijos de la familia, dice que la gata sigue asustada y que "quiere estar sola y que nadie la moleste".
El fuego se originó en la cocina de una casa de Coristanco (A Coruña) cuando todos dormían en el interior de la vivienda. El lavavajillas comenzó a arder y las llamas provocaron una intensa nube de humo que se extendió por toda la casa.
El joven explica que "fue abrir la puerta para avisar a mis padres y ya entró una humareda negra que no te dejaba ver". El chico va en muleta porque se lesionó al escapar por una ventana para intentar rescatar el resto de su familia. La madre, conmocionada, dice que el humo impedía la visión porque se cruzaron con el joven por el pasillo y no se vieron.
El 112 Galicia recibió la llamada de una persona que veía cómo salía fuego de la casa y cómo el humo impedía que las personas del interior pudiesen salir de la vivienda. Al lugar de los hechos se trasladó los servicios de emergencias y bomberos que trasladaron al hospital a dos mujeres, junto a Ángel, el joven, que tiene varios puntos en la pierna derecha después de cortarse con unos cristales.
Ángel, con Misi en brazos, reconoce que "es una gata salvavidas", una heroína para la familia. La gata fue un regalo de Gonzalo, hermano de Ángel, y solo lleva un año con la familia de Coristanco.