Una gatita se pierde en un vuelo hacia Madrid y aparece casi 3 meses después en la pista del aeropuerto de Tenerife

Naia es una gata que ya ha vivido su propia aventura aérea. Su dueña la perdió en un vuelo IB3759 de Tenerife a Madrid en abril de este año 2024. Concretamente en el aeropuerto Tenerife Norte, cuando iba a embarcar. La gata ha aparecido casi tres meses, su dueña habla de "milagro", porque Naia está viva y sana.

"Han sido dos meses y medio de incertidumbre", cuenta Rocío Bienert, la dueña de la gata.

La familia de la gata pide que Iberia les pague los billetes de vuelta a Tenerife desde Madrid para su recogida. Porque responsabilizan a la compañía de su pérdida al haberse escapado del transportín una vez que se encontraba en la bodega del avión. Rocío comenta que la compañía no les ha devuelto el dinero, los 150 euros que le cobraron por su transporte. Que solo le ofrecieron unos 1.500 euros en el momento que dejaron de buscar. Pero la gata fue encontrada por casualidad por unos operarios, hace unos días por la noche en la pista del aeropuerto Tenerife Norte.

La familia del felino asegura que es estaban preparando una demanda contra la compañía aérea por la firma en la que han gestionado el caso, pero que finalmente han decidido no continuar, porque lo que quieren es reunirse con Naia cuanto antes. Pero le piden a la empresa que les pague los billetes de la recogida de la gata y que se les devuelva el dinero. Desde que Naia desapareció, Roció público en redes sociales la noticia, pidiendo responsabilidad a la compañía y solicitando ayuda para encontrarla.

"Naia ha aparecido después de 2 meses y medio perdida por el aeropuerto de Tenerife. Lo encontraron unos operarios de la pista hace unos días. Iberia aún no se ha puesto en contacto con nosotros, Naia tiene que volar a Madrid en 2 semanas, qué planes tendrá la compañía? Gracias", escribió en su cuenta de X (antiguo Twitter).

Hace unos días anunciaba también que había sido encontrada, pero que la compañía aún no se había puesto en contacto con ellos. Aún no sabemos cómo será el recuento entre la gatita Naia y su familia humana, pero seguro será feliz, después de casi tres meses sin verse. Una aventura gatuna que daría mucho para contar, si los gatos supieran hablar.

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