Instituto de la Mujer

El Gobierno cesa a Isabel García, directora del Instituto de las Mujeres, por los contratos de los Puntos Violeta

Todo ocurre después de la polémica que se ha generado por los contratos adjudicados a empresas que estaban vinculadas a ella y a su esposa.

Isabel García, nueva directora del Instituto de las Mujeres

Isabel García, nueva directora del Instituto de las MujeresEuropa Press

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El Gobierno ha decidido cesar este martes a Isabel García, directora del Instituto de las Mujeres, tras la polémica generada por los contratos adjudicados a empresas vinculadas a ella y su esposa para la gestión de los Puntos Violeta en municipios gobernados por el PSOE.

Fuentes gubernamentales confirmaron que el cese de García se produce seis días después de que se publicara que, junto a su pareja, Elisabeth García, exasesora del PSOE en el Senado, habría recibido al menos 64 contratos públicos de Ayuntamientos socialistas, facturando aproximadamente 250.000 euros.

Polémicas en la gestión de Isabel García

El mandato de Isabel García al frente del Instituto de las Mujeres, que no ha llegado a los siete meses, ha estado rodeado de controversias. Inicialmente, sus opiniones sobre la ley trans generaron desacuerdos y críticas. Posteriormente, las actividades empresariales junto a su esposa levantaron sospechas y demandas de destitución por parte de PP, Podemos y Sumar, socio del PSOE en el Gobierno de coalición.

El principal motivo del cese ha sido la vinculación de García con empresas que realizan consultorías de igualdad y que han sido beneficiarias de contratos públicos. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, exigió explicaciones a García y le otorgó tiempo para aclarar su situación. Sin embargo, las explicaciones ofrecidas no fueron suficientes para mitigar la controversia.

Los contratos y su justificación

El principal motivo del cese ha sido la vinculación de García con empresas que realizan consultorías de igualdad y que han sido beneficiarias de contratos públicos. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, exigió explicaciones a García y le otorgó tiempo para aclarar su situación. Sin embargo, las explicaciones ofrecidas no fueron suficientes para mitigar la controversia.

Según publicaron algunos medios García y su esposa habrían obtenido, al menos, 64 contratos públicos de ayuntamientos gobernados por el PSOE, por lo que facturaron aproximadamente 250.000 euros. Isabel García defendió en un comunicado la legalidad de su participación en las empresas de su esposa mientras afirmaba tener la "conciencia tranquila" y la "certeza de haber hecho las cosas bien". No obstante, la presión política y mediática llevó finalmente al Gobierno a tomar la decisión de cesarla.

Algunas críticas y acusaciones

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha culpado al negacionismo de Vox y a la complicidad del PP de la inestabilidad en la lucha contra la violencia de género desde que estos partidos entraron en los ayuntamientos. La intención de crear un ministerio de perfil bajo, tras las turbulencias del de Irene Montero, se ha visto frustrada. La propia Redondo había pedido "paciencia" y "humanidad" con García, pero la presión y las revelaciones sobre su implicación en contratos con ayuntamientos socialistas hicieron insostenible su permanencia en el cargo.

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el cese de Isabel García en su reunión de este martes. Esta decisión llega después de que el Gobierno haya evaluado las acusaciones y las pruebas presentadas en los medios de comunicación y por la oposición.

Divisiones internas y presiones

El caso de Isabel García ha generado divisiones dentro del PSOE. Algunos sectores del partido veían con recelo el mantenimiento de García en su puesto debido a las analogías con el caso de Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, quien también fue acusada de tráfico de influencias.

La ministra Redondo había cancelado su agenda para evitar preguntas sobre la directora del Instituto de las Mujeres, mientras Pedro Sánchez se enfrenta a la citación en el Congreso. En su comunicado, García afirmó que se había desvinculado por completo de la gestión de las empresas que comparte con su esposa desde que asumió su cargo en el Ministerio de Igualdad. Sin embargo, documentos del Registro Mercantil mostraron que seguía figurando como administradora única en el momento de la adjudicación de algunos contratos.

Las reacciones y el contexto

El cese de García ha sido recibido con satisfacción por los partidos que habían solicitado su destitución. Desde Podemos y Sumar se ha insistido en la necesidad de transparencia y ética en la gestión pública, especialmente en áreas tan sensibles como la igualdad de género.

Vox y el PP han criticado duramente al Gobierno por lo que consideran un ejemplo de corrupción y falta de ética en la gestión pública. Al mismo tiempo, figuras dentro del propio PSOE buscan distanciarse de García para mitigar el daño a la imagen del partido.

El caso de Isabel García resalta la importancia de la integridad y la transparencia en la administración pública y la gestión de fondos destinados a políticas de igualdad. A medida que el Gobierno busca reemplazar a la directora cesada, se espera que el nuevo nombramiento ayude a restaurar la confianza en el Instituto de las Mujeres y a continuar el avance en las políticas de igualdad sin las sombras de la controversia.

Este artículo es una noticia de última hora sobre el cese de Isabel García como directora del Instituto de las Mujeres y se irá actualizando a medida vayamos conociendo más información. Para consultar la última hora prueba a refrescar la página en tu navegador. También puedes seguir toda la actualidad sobre el incendio en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram.

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