Gran Canaria tiembla por un seísmo de magnitud 3,4 que se siente en casi toda la isla

Justo antes de la media noche la mayoría de municipios canarios y en especial en Temisas se ha sentido un seísmo de magnitud 3,4. El Instituto Geográfico ha informado de que el epicentro se ha producido a 26 kilómetros de profundidad.

Temisas ha sido la localidad en la que se ha sentido con mayor intensidad, 4 de 10, mientras que con fuerza 3 se ha propagado en Agüimes, Arguineguín, El Helechal, Valsequillo, El Sequero, La Sorrueda, Meloneras, Los Berrazales, Los Llanos, Los Quintanas y Piso Firme, San José del Álamo, Las Palmas de Gran Canaria y Tenteniguada. En otras localidades como Agaete, Casas de Veneguera, Ingenio, La Aldea de San Nicolás, La Cantera, La Humbridilla, La Lechuza, Sardina, Tamaraceite y La Suerte, además del Valle de Agaete la intensidad bajó a 2 por lo que ha sido casi imperceptible.

Según la escala macrosísmica europea la intensidad 4 se traduce en que el temblor se siente dentro de los edificios y poco en el exterior, pero no entraña daño alguno.

A través de sus redes sociales en el Instituto Geográfico Nacional se publica un cuestionarios para que rellenen aquellas personas que hayan sentido dicho seísmo. Este seísmo coincide con hasta siete terremotos de poca magnitud que se han registrado, por debajo de 2, con profundidades superiores a 10 Km. entre las islas de Tenerife y Gran Canaria.

Frank Hoogerbeets, un conocido y polémico geólogo holandés alertó hace unos meses de que España tenía que estar en alerta después de que el gráfico de fluctuaciones que ha publicado el Solar System Geometry Survey (SSGEOS), se puede observar que la región oeste de Portugal se encuentra bajo amenaza de seísmo. Esto hace que España e Italia también deban estar "en alerta máxima".

Hoogerbeets, pertenece al Solar System Geometry Survey (SSGEOS), por lo que sigue el método de investigación del instituto basado en la monitorear la geometría entre cuerpos celestes relacionada con la actividad sísmica. En otras palabras, el método consiste en estudiar como se relacionan los planetas y la Luna con la actividad sísmica de la Tierra. Para poder llevar a cabo este estudio, utilizan un software de simulación del Sistema Solar. Esta forma de investigación defiende que algunos terremotos son el resultado de conjunciones planetarias asociadas

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