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700 vallas separan ya el espacio peatonal
La Gran Vía madrileña se cierra al tráfico privado y amplía el espacio para los peatones
Se reducen los carriles de la Gran Vía madrileña dejando uno para bus-moto-taxi y otro para el vehículo privado limitado a 30 km/h por sentido, mientras que los viandantes ganan seis metros de acera, tres en la de los impares y otros tres en la de los pares.
La Gran Vía se cierra desde las 17.00 horas al tráfico de los no residentes y reduce sus carriles dejando uno para bus-moto-taxi y otro para el vehículo privado limitado a 30 km/h por sentido, mientras que los viandantes ganan seis metros de acera, tres en la de los impares y otros tres en la de los pares.
Un total de 700 vallas separan ya el espacio peatonal ampliado de la calzada de este gran eje, donde los vehículos ya no recuperarán los carriles ganados por los transeúntes porque la ampliación de acera trascenderá las navidades y enlazará con las obras de remodelación de la Gran Vía.
Desde esta tarde y hasta el 7 de enero sólo podrán transitar en esta gran arteria residentes, transporte público (autobuses y taxis), coches cero, vehículos que vayan a hoteles y a aparcamientos, los de las personas con movilidad reducida, autobuses privados con destino o parada en la zona, ambulancias, VTC, repartos postales, vehículos de reparación y unidades móviles audiovisuales.
También podrán pasar los vehículos de transporte de mercancías, con horario limitado de 23.00 a 11.00 horas, mientras que estarán vetados durante el día los de más de 3.500 kilogramos, por seguridad. Estas restricciones permitirán ensayar la zona de cero emisiones que desde junio incluirá la Gran Vía en una gran área de prioridad residencial y adelantarán el paisaje que mostrará esta gran arteria tras su remodelación.
Los límites al tráfico de no residentes se levantarán durante nueve jornadas, los días 4, 11, 12, 13 y 14, y 18, 19, 20 y 21 de diciembre, empezando a las 17.00 el primer día de cada periodo y terminando a las 22.00 del último día. Además, también estará restringida la circulación en las calles Atocha y Mayor durante este período, cuando la capital estrena medidas para ordenar el tráfico peatonal, con sentido único en las calles de Carmen y Preciados los viernes, sábados, domingos, festivos y vísperas de festivos a partir de las 17.30.
Así, tomando la Puerta del Sol como referencia, Preciados tendrá sentido salida y Carmen entrada, direcciones que estarán señalizadas por luces y que sólo estarán limitadas al salir o entrar, no en el interior de estas vías. "Se entra o se sale en una dirección, pero evidentemente en ese tramo se puede uno mover libremente, no se trata de que vayamos todos en fila india uno detrás de otro", explicó ayer la portavoz del Gobierno municipal.
También se limitará el aforo de la plaza de Celenque, la de Cortylandia, y dos minutos antes de la finalización de este espectáculo infantil se impedirá el acceso a la calle Arenal desde Sol para facilitar la salida de los asistentes. Con este dispositivo de movilidad, el Consistorio madrileño pretende que "se pasee más y se pasee mejor" a lo largo de la Gran Vía y del centro madrileño en estas fiestas.
Además, en términos de seguridad el dispositivo de Delegación de Gobierno será similar al del año pasado y se desarrollará en un escenario de alerta 4 antiterrorista. Habrá más presencial policial en las calles, vigilancia en los centros de transporte y de determinados eventos e incremento de los niveles de colaboración entre las administraciones y se agilizarán también las denuncias. Además, se volverán a colocar bolardos y otros elementos disuasorios para evitar atentados tanto en el centro como en otros distritos y un helicóptero de la Policía Nacional vigilará las aglomeraciones y los eventos más multitudinarios.
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